Los reclutas ucranianos que estos días completan su periodo de formación de apenas cinco semanas en Reino Unido, dentro de la iniciativa Interflex, se enfrentan a un ambiente que los británicos preparan con el máximo realismo posible. La misión es imbuirles unos principios y habilidades básicos para la supervivencia, la letalidad y el espíritu ofensivo que precisarán en la guerra, destaca el coronel Thurstan, comandante de la operación. Interflex es un programa multinacional (participan diez países) liderado por Reino Unido que ya ha lleva entrenados a 34.000 ucranianos desde de 2022.
El celo en reproducir los combates de la manera más real que se sigue en las trincheras en las que se enseña a los nuevos reclutas les lleva a emplear amputados para familiarizarse con los efectos de los enfrentamientos, en los que la asistencia a un soldado malherido con chorros de sangre emanando a borbotones es un escenario probable. Vísceras y miembros de animales se esparcen por el terreno, para familiarizar al recluta con unas imágenes y unos olores que lamentablemente percibirán más adelante en el campo de batalla.
Es un duro entrenamiento para un futuro inmediato todavía más duro en una guerra que desangra un rincón del este de Europa mientras agita la salud geopolítica de todo el mundo. Otro punto clave, del campo militar británico del este de Inglaterra donde Infodefensa.com ha sido testigo de esta misión, es un entorno urbano en el que, entre otras tareas, se practica el desminado entre las calles, escombros, contenedores y edificios que componen el singular emplazamiento, levantado hace 80 años para entrenar a las tropas que en la Segunda Guerra Mundial combatieron en el viejo continente. Desde entonces, el lugar ha sido rehabilitado según las necesidades del momento. Cuando tuvo que simular ser un pueblo de la antigua Yugoslavia, por ejemplo, se configuró como tal, y ahora que recrea a una localidad ucraniana, se le ha preparado para cumplir ese papel, como apunta el oficial británico que acompaña en el vehículo que acerca al grupo a este paisaje de pueblo fantasma en el que se levanta un ayuntamiento, un hotel y distintas viviendas e instalaciones oscuras y llenas de recovecos por los que los futuros combatientes deben de moverse con toda la destreza posible.
A los 34.000 ahora soldados que ya han pasado por este entrenamiento hay que sumar otros 4.000 ucranianos que han recibido formación a través de otros programas dirigidos por Reino Unido, desde que comenzó la invasión rusa a gran escala el 24 febrero de 2022, entre los que se incluye formación médica de combate, formación naval, formación en ingeniería y programas de supresión de minas terrestres. Antes de esa fecha, los británicos ya habían capacitado a 22.000 ucranianos en el marco de la operación Orbital, puesta en marcha en 2015 ante las tensiones generadas por la incorporación a Rusia de la península de Crimea.
En total, 60.000 ciudadanos de Ucrania se han preparado en los programas liderados por los británicos para los combates que asolan el país y estremecen al planeta. A ellos hay que sumar el esfuerzo de otros países, como España, donde otros miles de reclutas se preparan para cumplir el mejor papel posible de la guerra que les ha tocado vivir.
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