En el corazón de la fábrica británica de guerreros ucranianos (I): primeros auxilios, clases de Derecho y trincheras

Un golpe seco del puño del coronel James Thurstan contra su palma izquierda sobresalta al pequeño grupo de periodistas que siguen sus explicaciones, junto a una decena de militares británicos y ucranianos, en un campo de entrenamiento del este de Inglaterra del que no está permitido revelar la ubicación. El comandante del operativo multinacional Interflex trata de evidenciar con su contundente gesto la necesidad de extraer de los hombres que pasan por sus instalaciones, con toda la rapidez posible, el necesario ardor guerrero para “matar al enemigo”. Con esa impronta deberán combatir en su país cuando vuelvan en unas pocas semanas.

Detrás de Thurstan se proyecta un esquema que lo ilustra más al detalle. A la izquierda de la pantalla, una imagen muestra a un grupo de civiles que parecen recién llegados a un campo militar, con los ropajes y el desaliño propio de quien no conoce la milicia. A la derecha, otra fotografía evidencia la coordinación y la perfecta uniformidad de un equipo de combate avanzando arma en ristre sobre el campo de batalla. En el centro, una tercera toma señala el camino intermedio entre las dos instantáneas anteriores. En ella lo que aparece es un recluta bien pertrechado entrenándose en una trinchera. Ese es el cometido de este campo de formación al que Infodefensa.com ha sido invitado junto a un limitado grupo de periodistas españoles. En total, media docena de centros como este ubicados en distintos puntos de Reino Unido participan en la Operación Interflex, liderada por los británicos y en la que participan una decena de países, que ya ha impartido entrenamiento de infantería a 34.000 ucranianos desde que arrancó la iniciativa, en junio de 2022. Adicionalmente, otros 4.000 ucranianos han sido entrenados a través de otros programas recibido formación a través de otros programas liderados por Reino Unido en este tiempo, incluída formación médica de combate, formación naval, formación en ingeniería y programas de supresión de minas terrestres

Clases de Derecho

Unos minutos después, y unos centenares de metros más allá de donde el coronel Thurstan ha dado su sonoro golpe durante la charla introductoria, accedemos a uno de los barracones en los que los nuevos reclutas ucranianos toman sus primeras lecciones preparatorias para la guerra segura a la que se van a enfrentar. En el ala izquierda de la nave rematada por una techumbre de arco de medio punto, como la de los clásicos hangares, dos grupos de una quincena de soldados cada uno rodean a sendos muñecos articulados que recrean los puntos vitales de un cuerpo humano. Los alumnos hombres grandes, en tamaño y en edad (más de uno supera los 45 años), envejecidos por las vivencias de los 23 últimos meses, serios y atentos a las prácticas de primeros auxilios que el instructor británico realiza sobre los maniquíes y las palabras del traductor civil que sigue las indicaciones del primero.

En la parte derecha de la instalación, en una nueva sala, otro grupo similar a la suma de los dos primeros asiste a una singular clase de Derecho en los conflictos armados. El respeto por la legalidad también es crucial en un enfrentamiento para salir lo más indemne posible de él.

Una vez asimiladas las pautas básicas de cuidados médicos y cuidados reglamentarios para ir a la guerra, estos reclutas, recién aterrizados de Ucrania para asistir al programa de liderazgo dirigido por Reino Unido, continuarán su formación en las trincheras cavadas en un pequeño bosque a unos kilómetros de aquí. Para llegar a ellas hay que atravesar campos sembrados aderezados por la presencia constante de arboledas y ovejas, en un paisaje verde, plano y frío que recuerda a los campos ucranianos que se trata de emular.

Tras una larga concertina aparecen entre los árboles unas zigzagueantes zanjas cavadas apresuradamente y sin elementos de contención del terreno, como las de las imágenes que con frecuencia llegan del frente ucraniano. Algún que otro pozo de tirador o refugio, algo más protegido por sacos terreros, maderas, hojarascas y plásticos, rompen de vez en cuando la fisonomía de las trincheras que simulan el entorno de combate de una nueva guerra que en muchos aspectos se parece a las de hace un siglo.

La segunda parte de este reportaje se encuentra en el siguiente enlace:

En el corazón de la fábrica británica de guerreros ucranianos (II): vísceras y un pueblo fantasma