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El 2024 no augura grandes cambios para las Fuerzas Armadas mexicanas
La perspectiva para las Fuerzas Armadas mexicanas en el año 2024 no auguran un cambio. Este año será complicado, marcado por la falta de recursos para incrementar las capacidades de las Fuerzas Armadas mexicanas. También se han desatendido sueldos y prestaciones de soldados y marinos que no han recibido un incremento real a sus percepciones.
El 2024 es un año electoral. Algunos especialistas señalan que será un año austero para todo el Gobierno federal dados los recortes a organismos autónomos, la Suprema Corte y secretarias de Estado. Con este panorama es complicado que haya un esfuerzo de inversión para adquirir nuevos vehículos y armamento que permitan un incremento en las capacidades castrenses.
Según se informó, este año continuará la expansión de la Guardia Nacional a pesar de que no ha dado los resultados requeridos. El mes de junio de 2023 se registró como uno de los más violentos, con un promedio de 77 homicidios dolosos diarios. Además, México atravesó los tres años más violentos en su historia: del año 2000 al año 2020 se registraron más de 34 mil asesinatos y solo en 2021 más de 33 mil.
Según el Cuarto Informe que presentó el Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización en México y presentado en la Cámara de Senadores, la percepción de inseguridad se ubicó en 62 %; aunque hay ciudades que tienen índices más altos de percepción de inseguridad, como Fresnillo, con 96 %; Zacatecas, con 94 %; o Naucalpan con 88 %.
En ese sentido, la única prioridad de López Obrador con las Fuerzas Armadas en 2024 será intentar el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaria de la Defensa Nacional, siempre y cuando su partido pueda ganar la mayoría en las cámaras.
Por otra parte, el 27 de marzo de 2024 concluye la vigencia de la participación del Ejército y la Marina en funciones de Seguridad Pública. De acuerdo con el decreto publicado en el 2020, la participación de las Fuerzas Armadas de manera extraordinaria y complementaria con la Guardia Nacional en las funciones de seguridad pública no puede exceder de cinco años contados a partir de su entrada en vigor. Es así como el 2024 será el año en que los militares regresarán a sus cuarteles.
Las capacidades militares de la FAM para el transporte, ayuda a la población, vigilancia, defensa y apoyo aéreos cercano, se reducirán en una tercera parte al mantener en tierra 116 aviones y helicópteros de acuerdo con la póliza de seguro contratada para ese periodo. El remate del Boeing 787-8 a la Republica de Tayikistán no ha traído ningún beneficio ya que se continuará con su pago de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2024 y solo abona en la pérdida de capacidad de vuelo intercontinental que tenía esa fuerza.
La nueva presidenta recibirá unas fuerzas armadas diezmadas en muchas de sus capacidades, ya que durante los últimos cinco años se dejaron de lado actividades de defensa nacional para enfocarse en otras muy distintas. El reto será avanzar en la consolidación de la visión que tienen las fuerzas armadas: “Que en el 2030 el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos se encuentren dotados de recursos humanos, materiales, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país” .
