El Ejército de Tierra español ha tomado la decisión de dar de baja su flota de veterana flota de vehículos todoterrenos Aníbal, ampliamente extendidos por sus acuartelamientos. Ya está incluso en marcha el contrato para la compra de un sustituto valorado en 315 millones de euros.
El retirada no será de golpe. El Ejército de Tierra prevé que el reemplazo se produzca de forma progresiva los próximos cinco años. Por lo tanto, todavía tendrá que mantener operativos sus Aníbal algún tiempo más. Para garantizar el correcto mantenimiento de los vehículos, el Ministerio de Defensa ha cerrado en el primer semestre del año dos contratos valorados en más de 10 millones de euros a través de la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN (NSPA, por sus siglas en inglés).
Los suministradores de repuestos serán dos empresas españolas: SDLE y Madzeal, con sede en Móstoles y Alcorcón, respectivamente, especializadas en el mantenimiento de vehículos militares y con un amplio catálogo de repuestos. Los contratos recogen la compra de repuestos del Aníbal por 5,7 millones de euros (SDLE) y 4,36 millones (Madzeal).
El Ejército adquirió a principios de este siglo unos 2.000 vehículos en diferentes configuraciones del todoterreno Aníbal, fabricado por la extinta Santana Motor en su factoría de Linares (Jaén). Los vehículos pronto presentaron problemas y lo cierto es que nunca dieron el rendimiento esperado. Desde hace años, la flota de Aníbal es utilizada principalmente para el transporte dentro de bases, traslado de personal y mandos en ejercicios o por la policía militar.
Sustituto del Aníbal
El Ejército de Tierra acaba de poner en marcha la compra del nuevo vehículo militar todoterreno táctico (VMTT) para reemplazar el Aníbal y también a los Nissan más antiguos en servicio. El concurso contempla la compra en cuatro años de hasta 4.500 vehículos
Los nuevos VMTT llegarán al Ejército de Tierra, y también al Ejército del Aire y del Espacio, la Armada y la Guardia Civil. El Ministerio de Defensa apuntaba en junio que los vehículos serán utilizados en cometidos tácticos alejados “de actividades inherentes al combate” para “la vida y funcionamiento en territorio nacional, así como para la preparación de los contingentes a proyectar a misiones en el extranjero”.
Todo apunta a que el modelo elegido será un vehículo comercial pero adaptado a las necesidades militares. El Ejército de Tierra cuenta con todoterrenos de este tipo en la Policía Militar de la marca Toyota y recientemente ha adquirido un lote de 60 vehículos todoterreno pick up de Ssangyong para las unidades de los campos de maniobras principalmente.