El astillero que Saab Kockums tiene en la localidad de Karlskrona, al sur de Suecia, ha acogido la puesta de quilla del primer submarino de la clase A26 que le encargó Suecia. El HMS Blekinge, como se denomina este primer buque (Blekinge es también el nombre que se ha dado a esta clase), deberá entregarse al cliente en 2027, y la segunda unidad, el HMS Skane, un año después.
La colocación de la quilla del primero de ellos ha implicado la unión de las primeras dos secciones, de las cinco principales que tendrá en total. En concreto se trata de las primeras de popa.
Suecia encargó hace ahora siete años la construcción de estos dos nuevos submarinos de la clase A26, junto con la mejora de otros dos de la clase Gotland, que habían alcanzado la mitad de su vida operativa. El coste del paquete completo se estimó en 9.700 millones de coronas (900 millones de euros al cambio actual).
El pasado agosto, Saab recibió una nueva orden de trabajo por parte de la agencia sueca de material de defensa (FMV), valorado en 5.200 millones de coronas (algo más de 480 millones de euros), para “continuar con el desarrollo y la producción de los dos submarinos de la clase A26 Blekinge pedidos previamente por Suecia” y también “ampliar las capacidades” de las dos naves.
Sistema AIP
Los futuros buques sustituirán a los de la clase Södermanlands, que se encuentran al final de su vida operativa. Cada uno de ellos estará movido por maquinaria diesel-eléctrica convencional y equipado con el sistema de propulsión independiente del aire (característica conocida por las siglas en ingles AIP) Kockums Stirling, que les permitirá resultar muy sigilosos y difíciles de detectar.
Cada A26 sumará un desplazamiento de 1.925 toneladas repartidas en una eslora de poco más de 66 metros y con 6,75 metros de manga.