El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, criticó el aumento en el gasto militar mundial, precisamente, en el marco del 73º aniversario de la abolición del Ejército costarricense.
"Costa Rica tiene la oportunidad de decirle al mundo con autoridad moral esas verdades que son incómodas pero ciertas. Verdades como que en los dos últimos años el gasto militar en el mundo ha aumentado, en medio de la pandemia. La inversión militar ha aumentado y la inversión nuclear también ha aumentado”, dijo Alvarado en un discurso en el Museo Nacional, en San José, edificio que albergó el último cuartel militar del país, en 1948.
El presidente, quien terminará su mandato de cuatro años el próximo 8 de mayo, también criticó que en la actualidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha contra el cambio climático están "sin pleno financiamiento", versus el alto gasto militar.
"Estamos gastando en armas de destrucción del planeta cuando ya lo estamos destruyendo sin usarlas. En América Latina este aumento del gasto militar también ha ocurrido, en una región en la que nos estamos empobreciendo o creciendo la desigualdad", expresó.
Eliminación del Ejército
El 1 de diciembre de 1948, concluida la última guerra civil que vivió este país, el presidente José Figueres Ferrer, reelecto posteriormente tres veces, abolió el Ejército como institución permanente, lo cual quedó ratificado en la Constitución Política de 1949, vigente en la actualidad.
Alvarado también defendió el legado social que el país ha disfrutado desde que se eliminó el Ejército y reconoció que hay instituciones del Estado que no están sirviendo como deberían hacerlo.
"Costa Rica es un Estado que cree en la solidaridad, que cree que tiene un rol para todos los costarricenses. El Estado debe jugar un papel y lo ha jugado en salud, justicia, educación y en distintas dimensiones y de ahí viene nuestro desarrollo relativo”, agregó.
Costa Rica no gasta menos sin Ejército
Pese a la agenda pacifista costarricense, históricamente, se ha demostrado que el no poseer Fuerzas Armadas no la hacen una nación más segura ni la más ahorradora, en comparación con sus vecinos centroamericanos.
Si bien se ha venido recortando el presupuesto de seguridad costarricense, en 2016 se dedicó casi 1.000 millones de dólares con una fuerza policial en ese momento de casi 15.000 agentes, según el Atlas Comparativo de la Defensa de América Latina y el Caribe (Acdal), lo que significó un auge del 159%, en el período 2008-2016.
Para ese momento, Costa Rica gastó más en seguridad que la suma de los países centroamericanos con ejércitos, es decir más de 800 millones dólares entre Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
En cuanto a inseguridad, el año pasado, la cantidad de homicidios no bajó en Costa Rica, como en otros países de la región, debido a la pandemia.
Según la información que provee el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, de enero a diciembre de 2020, se registró un total de 570 víctimas de homicidio frente a las 564 de 2019.
Mientras que el principal problema que enfrentan las autoridades de seguridad costarricenses sigue siendo el narcotráfico.