La Armada de Chile inició su participación en la operación Unitas LXII, el ejercicio naval multinacional más antiguo del mundo y cuyo propósito es consolidar y fortalecer la cooperación y la interoperabilidad de las armadas latinoamericanas.
Unitas (Unidad en latín) permite entrenar a las fuerzas del hemisferio occidental a través de diferentes escenarios marítimos capacitándolas para organizar y conducir operaciones navales combinadas en un grupo de trabajo multinacional y de esta manera probar su capacidad de respuesta.
En el ejercicio, organizado por la Marina de Guerra del Perú, participan 5.000 efectivos de 20 países e incluye el despliegue de 31 buques, cinco submarinos y 20 aeronaves, y contará con una fase marítima, una fase anfibia y por primera vez en su historia con una fase amazónica en el área de Iquitos.
La Armada de Chile envío en esta oportunidad al patrullero oceánico OPV-84 Cabo Odger con un helicóptero Airbus AS365 Dauphin de la Aviación Naval y una escuadra de nueve fusileros de la Brigada Anfibia Expedicionaria (BAE) del Cuerpo de infantería de Marina (CIM), además de un staff de tres oficiales y dos Gente de Mar que operarán en los puestos de mando.
Conocimiento mutuo
El oficial de Operaciones Futuras del Comando de Operaciones Navales (Comoper) capitán de fragata Jorge Ibarra indicó a Infodefensa.com que Unitas "es un ejercicio de compromiso de seguridad naval en América donde lo que se pretende es generar una instancia de conocimiento mutuo, generar las confianzas para poder trabajar en pro de un objetivo común, la seguridad regional".
"Hoy en día hay una serie de amenazas que están tocándole la puerta a todos los Estados y por su naturaleza ningún Estado es capaz de resolverlas por si solos. Se necesitan generar coaliciones o trabajar en equipo con marinas amigas y esta capacidad de formar coaliciones es muy relevante para la Armada de Chile puesto que genera un lazo de confianza", agregó.
Ibarra participó como oficial de cubierta a bordo de la fragata multipropósito clase M FF-15 Almirante Blanco en Unitas Gold 2009 y destaca una de las enseñanzas entregadas por el almirante James G. Stavidris, quien estuvo a cargo del Comando Sur de Estados Unidos y se desempeñó como comandante supremo aliado en Europa de la OTAN.
"Cuando uno logra ser transparente y genera las confianzas entre las Marinas, donde uno trabaja de forma profesional, se compromete a enviar ciertos medios para construir un ejercicio y generar las instancias hay una vuelta de mano, se generan los lazos de amistad, y es una relación que se va construyendo en el tiempo".
Contexto
Unitas LXII, al igual que otros ejercicios multinacionales, tendrá una fase Work Up o entrenamiento para que los buques puedan alcanzar un nivel que permita interoperar y realizar operaciones conjuntas sin problemas. En esta etapa se busca que tanto las personas como los sistemas sean capaces de intercambiar información y comunicarse entre sí en búsqueda de un objetivo común trabajando como una coalición.
En la segunda fase de escenario se presentará una situación de crisis entre dos países, "uno económicamente muy fuerte y uno que es muy débil económicamente y que está siendo afectado por grupos insurgentes y con Fuerzas Armadas muy débiles, realizando los rebeldes acciones terroristas y comienzan a desestabilizar el orden institucional y el Estado de Derecho y finalmente toman el control de recursos en el país vecino", explica Ibarra
El país amenazado "recurre ante la Asamblea General de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas declara que hay afectación de Derechos Humanos y se firma una resolución y se dispone la formación de una coalición con todos los países que voluntariamente desean participar y apoyar a la nación que está siendo afectada", agrega Ibarra.
El comandante de la Fuerza de Tarea puede disponer de una serie de acciones de acuerdo a la línea que disponga cada Estado para sus medios humanos y materiales. Ibarra señala que en este punto "entramos en un concepto que se conoce como reglas de enfrentamiento y en este caso, nuestros medios, también los medios norteamericanos y de todos los países, emiten una regla de enfrentamiento y el proyecto se entrega al país organizador".
Preparación previa
El OPV-84 Cabo Odger, al igual que el resto de los buques de la institución que participan en un ejercicio multinacional, debe ejecutar una serie de instancias de entrenamiento de predespliegue orientado a las actividades que va a desarrollar y al área de operación, como las condiciones medioambientales, metereológicas y oceanográficas, entre otras.
"Ese entrenamiento no está orientado directamente a acciones en la mar, las unidades elegidas ya han pasado por sus acciones de entrenamiento. El buque que sale a una actividad ya ha aprobado de forma satisfactoria su entrenamiento bajo control de una organización llamada Centro de Entrenamiento de la Armada (Centarm), que certifica que este buque es capaz de cumplir sus roles en forma segura y eficaz", expresó Ibarra.
El oficial de Operaciones Futuras del Comoper señaló que parte de las capacitaciones de predespliegue se efectuaron de manera virtual a causa de las restricciones del coronavirus pero que esta modalidad permitió optimizar recursos y que el personal recibiera todas las herramientas y reforzara sus conocimientos para poder materializar esta actividad.
"La preparación ha sido realmente acabada en términos de prever o mitigar con tiempo y que todos estén claros el área de operación donde van a ejecutar las actividades que han sido dispuestas. Este entrenamiento de predespliegue que tenemos y que se le hacemos a todos los buques es nuestro seguro de vida de que toda nuestra gente está compenetrada y concentrada en las acciones que van a materializar durante la ejecución del ejercicio" destacó Ibarra.
Expectativas de la Armada de Chile
El OPV-84 Cabo Odger participará en el Grupo de Acción de Superficie Bravo y su comandante, capitán de fragata Mario Valenzuela, tendrá la responsabilidad como comandante de búsqueda y rescate del ejercicio Unitas en su fase marítima.
El comandante Ibarra indicó que la principal expectativa es poder contribuir a que la Marina de Guerra del Peú se luzca. El oficial destacó, que a pesar de la complejidad de la pandemia, esta institución "ha tenido la habilidad y la voluntad de seguir trabajando y continuar hasta las últimas consecuencias con todo lo dispuesto y preparado para poder ser anfitrión".
En su segundo término, respecto al ámbito operacional, señaló que "la expectativa es que el buque y los medios desplegados, tanto personal como material, cumplan los objetivos con los cuales nos hemos comprometido en participar. Cumplir el concepto de la confianza que uno debe entregar o mantener si quiere participar en estas grandes ligas".
Otra de las expectativas es "demostrar que Chile es un país serio y profesional a través de sus medios desplegados y que está dispuesto para trabajar en equipo y contribuir a la evolución y desarrollo del ejercicio y por lo tanto, en caso de una emergencia, estamos preparados y dispuestos para poder finalmente ser un aporte en esa tarea"
Ibarra manifestó además que otro elemento importante es "lograr esa interacción, interoperabilidad que mencionábamos, el intercambio de información y servicios durante los ejercicios en las tres dimensiones de la guerra y por supuesto durante la fase del escenario donde los comandantes están sometidos a sorpresas, que cuando fueron más jóvenes pudieron sortear y aprender, y ahora ellos lideran sus dotaciones para poder resolver este problema que se genera como parte del escenario del ejercicio".