Este sábado venció el plazo marcado para tomar una decisión en torno a los buques de asalto anfibio Mistral que Francia ha construido para Rusia y que se ha negado a entregarle como represalia por el papel de Moscú en el conflicto de Ucrania. Desde ese momento las autoridades rusas tienen derecho a iniciar acciones legales por el incumplimiento del contrato que ambos países firmaron en 2011. Para resolver el problema, París quiere tratar de vender los portahelicópteros a un tercero, así que ha propuesta devolver 785 millones de euros al cliente original a cambio de que le otorgue el permiso para llevar a cabo esta operación.
Por su parte Rusia quiere que se cumpla lo suscrito en el contrato y se le devuelvan 1.163 millones de euros. Así lo ha revelado el diario de negocios ruso Kommersant, que cita fuentes de las fuerzas armadas de su país. Una de ellas explica que la propuesta que acaba de hacer Francia “no nos conviene de forma categórica, hecho que el viceprimer ministro, Dmitri Rogozin ya ha comunicado al secretario general de Defensa y Seguridad Nacional de Francia, Louis Gautier, que representa los intereses del país galo en las negociaciones”.
La información apunta que la intención de París es compartir con Rusia el coste de desmontar el armamento ruso con el que han sido equipados los barcos. Moscú por su parte mantiene que las pérdidas vienen como consecuencia de la cancelación del contrato de manera unilateral, así que deberá ser la compañía francesa DCNS, constructora de los barcos, la que asuma los costes.
La primera unidad de estos buques, denominada Vladivostok, fue terminada el pasado otoño. La segunda, el Sevastopol, está previsto que se pueda entregar a partir del próximo mes de octubre.
Antes de la cancelación, Rusia ya había pagado a Francia 893 millones de euros como anticipo por los portahelicópteros. Además, el gigante euroasiático ha gastado otros 270 millones más en el adiestramiento de las tripulaciones que iban a operar con sus Mistral, el diseño de la base que iba a acoger a los buques y el desarrollo de los helicópteros navales Ka-52K que iban a transportar. Todo ello suma los 1.163 millones que reclama Moscú.
China podría estar interesada
Los dos portahelicópteros Mistral construidos para Rusia, contratados en 2011 por 1.200 millones por la intermediaria rusa Rosoboronexport a DCNS, cuentan con una eslora de casi 200 metros y son capaces de acoger, cada uno, a 450 soldados, cuatro lanchas de desembarco, setenta blindados y dieciséis helicópteros.
La semana pasada trascendió la posibilidad de que los portahelicópteros franceses acaben siendo vendidos a China, para lo que París necesitaría primero cerrar un trato con el cliente que se los encargó
Foto: DCNS