Las tareas de diseño, desarrollo y producción de buques de la compañía franco-italiana Naviris está desde ahora avaladas por la certificación AQAP 2110 de la OTAN. La empresa, propiedad a partes iguales de los astilleros semipúblicos Naval Group, de Francia, y Fincantieri, de Italia, ha anunciado este hito en un comunicado en el que califica de “un paso más hacia el desarrollo de la firma conjunta, cuyo propósito es gestionar programas de exportación y cooperación para buques de superficie y proyectos de investigación y desarrollo naval”. La compañía también ha logrado la certificación de calidad internacional ISO 9001:2015.
La nota abunda en el propósito de Naviris de crear una organización y un sistema de gestión de calidad de alto nivel para los proyectos complejos y estratégicos. Los avales obtenidos ahora (en concreto el 21 de enero, aunque la empresa lo ha anunciado esta semana) se extienden tanto a su sede en Génova como en la filial de su propiedad Naviris France, ubicada en Ollioules, al este de Marsella.
El sistema de gestión de organización y calidad certificado está plenamente operativo en los dos contratos que la firma ya ha suscrito con la entidad intergubernamental de gestión de desarrollos militares de ámbito europeo Occar (Organización Conjunta para la Cooperación en Materia de Armamento). El primero, formalizado el pasado junio, se trata de un contrato de investigación y tecnología que comprende cinco proyectos diferentes destinados a mejorar el rendimiento de los buques de Fincantieri y Naval Group. El segundo, sellado al mes siguiente, se centra en la mejora de media vida de la fragatas franco-italianas de la clase Horizon.
Naviris se encuentra en la actualidad inmersa en proyectos como el de la futura corbeta de patrulla europea (EPC, por sus siglas en inglés), en el que están implicados, además de Francia e Italia, España y Grecia, y cuenta con apoyo de la UE.
Naval Group y Fincantieri anunciaron en octubre de 2018 la creación de Naviris con el objetivo de "reforzar su cooperación militar naval [de ambos países] para crear una industria de construcción de buques militares europea más eficiente y competitiva". Con ella, aseguraron entonces sus artífices, se “allana el camino hacia una alianza más amplia”.
Antes de sellar la creación de la empresa conjunta, Francia e Italia llevaban años buscando una alianza entre sus astilleros de propiedad principalmente pública para crear lo que el consejero delegado de Fincantieri, Giuseppe Bono, definió en 2016 como un 'Airbus naval' en Europa. De esa manera se trata de mejorar la competitividad de esta industria del viejo continente frente al resto del mundo. El sector naval europeo es en la actualidad, con diferencia, el más exportador del planeta (entre 2009 y 2008 su industria de buques militares vendió fuera 49 grandes barcos, frente a 14 de Rusia, 13 de Corea del Sur, 11 de China, seis de Estados Unidos y ninguno de Japón)
En realidad, cuando Bono alentó a la creación de ese ‘Airbus naval’ se refirió a un acuerdo mucho más ambicioso, en el que en primer lugar exhortaba a la entonces DCNS (actual Naval Group) a emprender esta unión que ya va adquiriendo forma, pero también apeló a los otros cuatro grandes astilleros con capacidad de construcción militar del continente: BAE Systems (Reino Unido), ThyssenKrupp Marine Systems (Alemania), Navantia (España) y Damen (Países Bajos). Finalmente, el ambicioso plan se quedó en la constitución de Naviris, que comenzó a operar el año pasado. En todo caso, según explicaron sus responsables, a partir de ella esperan facilitar el trabajo “hacia una alianza más amplia”.