María Dolores de Cospedal será la nueva ministra española de Defensa en sustitución de Pedro Morenés. Finalmente, Mariano Rajoy ha premiado la fidelidad de Cospedal con la cartera de Defensa. La secretaria general del Partido Popular (PP) será la nueva titular de un ministerio que no se incluye entre los poderosos, como Fomento o Hacienda, pero que tiene una extraordinaria notoriedad internacional que le permitirá cierto grado de visibilidad frente a su adversaria, Soraya Sáenz de Santamaría, que continíua en la vicepresidencia del Gobierno, lo que equilibra las dos principales vías políticas dentro del PP.
Defensa vuelve así a la política más mediática, como ya lo fue en tiempos de Federico Trillo o José Bono, tras una época marcada por el perfil técnico de Pedro Morenés y su ausencia de posicionamientos políticos combativos, no en vano, como recuerda el periodista Esteban Villarejo en su opinión de hoy en Infodefensa.com, Morenés ocupó el cargo como independiente mientras que Cospedal es la secretaria general del partido, al menos hasta el próximo congreso del PP.
No es la primera vez que una mujer es titular de un ministerio como el de Defensa, la socialista Carme Chacón ocupó el cargo entre 2008 y 2011.
En política Cospedal encarna la fidelidad llevada al límite, fidelidad a Mariano Rajoy y al partido. Se hizo famosa por la "indemnizació en diferido" de Luis Bárcenas, defendió el nombramiento de José Manuel Soria para el Banco Mundial y justificó el enroque en su escaño del Senado de Rita Barberá cuando el Supremo la imputó por blanqueo de capitales. Puso la cara del PP en los momentos más duros de los últimos años y pasó a un segundo término con la tímida renovación del partido que supuso la elección para las vicesecretarías del PP de un grupo de jóvenes sin mochila que nadie pudiera echarles en cara: Casado, Maroto, Levy...
Su nombre apareció en los archiconocidos papeles del extesorero ligado a 15.000 euros en dos apuntes distintos, ambos fechados en 2008. Aquel episodio le costó en junio el veto de Ciudadanos a su posible nombramiento como presidenta del Parlamento, aunque también se dice que ella misma lo rechazó en beneficio de un posible ministerio. Está por ver cómo actúa ahora el equipo de Albert Rivera y cómo afecta este nombramiento a las 150 medidas anticorrupción pactadas por PP y Ciudadanos como punto de arranque de esta legislatura.
Más allá de la política de escaño y despacho, Cospedal se enfrenta ahora a la gestión de un ministerio que tiene en marcha alguno de los programas industriales más importantes de su historia, como las nuevas fragatas F-110 o el vehículo blindado 8×8. Dos programas muy importantes que, sin embargo, no serán los únicos puntos pendientes para la nueva titular de Defensa. La ministra también tiene en agenda la consolidación de la base industrial española en el marco de las iniciativas europeas; la definición del papel de España en las zonas de interés nacional, como el Mahgreb, el Sahel y el Mediterráneo; la gestión de los nuevos modelos de adquisición que han generado cambios en la DGAM; y, sobre todo, la necesidad de lograr una estabilidad presupuestaria a largo plazo que permita a las Fuerzas Armadas trabajar con garantías de futuro.