El Ejército de Tierra y la compañía española Indra han puesto en marcha un sistema pionero en Europa que permite la interconexión de los simuladores de distintos modelos de helicópteros situados en las tres bases de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet). Entre las ventajas, los pilotos de Chinook, Tigre o Cougar se pueden adiestrar de forma conjunta desde sus centros de referencia en un mismo escenario operativo.
Durante el acto de presentación, celebrado en la base de helicópteros de Almagro (Ciudad Real), el general jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército, teniente general Ramón Pardo de Santayana, destacó que el sistema de simulación facilita que los "pilotos de los helicópteros puedan entrenarse de forma descentralizada".
Por su parte, el jefe de las Famet, general de brigada Juan Carlos González Díez, resaltó que en un mundo digital "cada día un mayor porcentaje de hora de vuelo se hace en simulador", mientras que recordó que la unidad camina hacia una flota formada por tres helicópteros; Chinook, Tigre y NH90, y un entrenador EC135.
El sistema representa el último hito del Centro de Simulación de Helicópteros (Cesihel) que forma a los pilotos y mecánicos de la especialidad Aviación del Ejército de Tierra y que está compuesto por simuladores de vuelo y entrenadores de los helicópteros CH-47D Chinook, Cougar AS532, EC135 y Tigre EC665, desarrollados por Indra.
Estos equipos permanecen en dos bases: Colmenar Viejo (Madrid), con seis simuladores, y Almagro, con dos simuladores del helicóptero Tigre. El próximo año, la red pasará a contar con diez dispositivos con la llegada de dos simuladores del nuevo helicóptero NH90 a la base de Agoncillo (La Rioja).
La conexión ya funciona con éxito entre las bases madrileña y manchega. Aunque si renunciar nunca a los vuelos reales, el director de la Academia de Aviación del Ejército, coronel José Antonio Fuentes, explicó que este sistema aumenta la operatividad y eficiencia, supone un considerable ahorro económico en combustible y mantenimiento de los aparatos, y reduce el impacto ambiental.
En total, la implantación de los sistemas de simulación en servicio en las tres bases ha supuesto una inversión de 170 millones de euros durante los últimos años. Indra subraya que el Cesihel permite la "preparación en las misiones más complejas y arriesgadas, con un gran nivel de realismo, en todo tipo de escenarios y condiciones meteorológicas".