El ministro de Defensa de Indonesia, Prabowo Subianto, ha enviado a su homóloga austriaca, Klaudia Tanner, una carta en la que se ofrece a comprar los 15 aviones de combate Eurofighter con los que cuenta el país europeo. El político indonesio propone en el texto, fechado el 10 de julio, “entablar una discusión oficial” para alcanzar un acuerdo.
El contenido de la misiva ha sido publicado por medios de comunicación del país asiático, sin que de momento se haya producido una confirmación oficial por parte de ninguno de los dos países. En este punto conviene señalar que las autoridades indonesias han desmentido el anuncio oficial que este mismo mes realizó la Agencia de Cooperación de Seguridad y Defensa (DSCA) de Estados Unidos sobre una supuesta solicitud de compra de convertiplanos MV-22 Block C Osprey por parte de Yakarta. En todo caso, el secretario del Ministerio de Defensa de Indonesia, Donny Ermawan Taufato, no ha descartado que se vayan a comprar estas singulares aeronaves estadounidenses, capaces de virar sus rotores para operar con características propias de helicópteros o de aviones de ala fija, según las circunstancias.
La de los Eurofighter es, por tanto, la segunda información en torno a una posible adquisición militar de gran calado conocida este julio con Indonesia como protagonista. De cuajar la operación, Austria logrará desprenderse de su controvertida flota de Eurofighter, sobre la que en 2012 comenzó a investigar posibles irregularidades en su compra nueve años antes.
Austria encargó en 2003 un total de 18 aviones de combate Eurofighter por un montante inicial de 2.000 millones de euros, aunque finalmente, tras renegociar el acuerdo un nuevo Gobierno, las adquisiciones se limitaron a 15 aeronaves por 1.700 millones.
El contrato inicial, suscrito por el entonces Gobierno conservador en el poder, levantó sospechas desde el primer momento, de ahí que en 2006 se llegó a crear una comisión de investigación parlamentaria que acabó clausurada sin llegar a nada concreto.
Posteriormente, a finales de 2012, el Ministerio de Defensa comenzó a estudiar el caso para aclarar las sospechas sobre esta venta. En aquel año Austria llegó a afirmar que si descubría prácticas corruptas podría acabar pidiendo la rescisión del contrato y la correspondiente devolución de los aviones. De acuerdo con la investigación ministerial, el perjuicio denunciado podía haber llegado a cuantificarse en 1.100 millones de euros.
El Ministerio de Defensa del país demandó en febrero de 2017 a Eurofighter Jagdflugzeug GmbH y Airbus, del que la primera empresa es su principal accionista, por supuesto fraude en la venta de cazas de este modelo destinados a la Fuerza Aérea del país. Airbus consideró entonces que esas reclamaciones, presentadas ante el juez 16 años después de la licitación y ocho años tras la entrega de la última aeronave, parecían “disparatadas y con una motivación política”.
En 2018 los tribunales impusieron una “sanción administrativa” de 81,25 millones a Airbus Defence and Space por “incumplimiento no doloso de las obligaciones de supervisión” en la venta de los 15 aviones a Austria en 2003.
El Gobierno austriaco se ha estado debatiendo si mantener su flota de Eurofighter, con el consiguiente gasto necesario en mejoras, o sustituirla por nuevos cazas, probablemente Gripen, de la sueca Saab. La posible compra Indonesia, que lleva un tiempo buscando un nuevo caza para su Fuerza Aérea, resolvería la cuestión.