Navantia presenta a la DGAM su buque logístico para Tierra

Navantia ya tiene listo el diseño de su buque de transporte logístico para el Ejército de Tierra. La propuesta está en manos de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) que deberá decidir si finalmente apuesta por la opción del astillero estatal.

Como adelantó Infodefensa.com, el Ministerio de Defensa estudia desde hace meses la renovación de la flota de buques dedicados al transporte de material del Ejército, integrada hoy en día por el Martín Posadillo y El Camino Español, que acumulan décadas de servicio.

La compañía ha trabajado durante el último año y medio en el proyecto de Transporte Logístico Ecológico y Trivalente (TLET), según recoge el Diario de Cádiz. Entre las características, el buque tendrá alta capacidad de maniobra y gran autonomía de medios exteriores, puesto que no necesitará remolcadores para la operación de atraque ni grúas exteriores para los trabajos de carga y descarga.

También será capaz de transportar todo tipo de aeronaves y vehículos. La cubierta exterior podrá configurarse de acuerdo con el tipo de misión: cubierta Ro-Ro, cubierta de vuelo o cubierta para estiba de contenedores. Además, contará con una grúa de cubierta y con puertas Ro-Ro en cada costado.

La plataforma también contará con un alto nivel de automatización de los equipos y sistemas que permiten la operación. En este sentido, una tripulación reducida de 32 personas podrá controlar el buque, aunque tendrá capacidad para el transporte de hasta 88.

Respecto a las misiones, el buque estará diseñado para el transporte de todo tipo de material del Ejército de Tierra entre la península, los archipiélagos canario y balear y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. También podrá actuar en catástrofes naturales y humanitarias pudiendo instalar en la cubierta contenedores de alojamiento, potabilizadora de agua, generador de energía e incluso un hospital avanzado.

El proyecto incide en el desarrollo de un buque ecológico con propulsión de gas natural licuado adaptado a la normativa medioambiental Marpol. El diseño además permitiría reducir el consumo de energía un 22% respecto a los buques actuales.

Programa pendiente de financiación

La adquisición de este buque estaría dentro de un programa que recogería también nuevas embarcaciones dedicadas a actividades hidrográficas. En todo caso, el proyecto engrosaría una segunda lista de prioridades que por el momento no cuenta con la financiación necesaria.

Sobre el proceso de compra, el ministerio estudia diversas opciones. La apuesta de Navantia contribuiría al desarrollo de la industria nacional, pero tendría un inconveniente, el precio. El contrato directo con el astillero estatal supondría aceptar de ante mano un coste previsiblemente más alto que si se acudiera al mercado.

La otra posibilidad sería apostar por buques de segunda mano, algo que ya se hizo con los actuales buques. Tras una primera etapa como mercantes fueron adquiridos en 1990 y 1998, respectivamente, por el Ejército de Tierra, y sometidos a un proceso de transformación.