La OTAN ha dado a conocer este jueves su Informe Anual en el que se ofrece una descripción concisa de los principales logros de la Alianza durante el año pasado, así como la inversión en defensa de sus miembros, un ránking en el que precisamente España sigue saliendo muy malparada: destinó el 1,24% de su PIB al gasto militar en 2024, lo que situó a nuestro país como el que menos proporción invirtió.
Todos los demás países destinaron un porcentaje mayor, aunque sigue habiendo nueve aún por debajo de ese 2%: Croacia (1,86%); Montenegro (1,71%); Italia (1,5%); Portugal (1,46%); Canadá (1,45%); Eslovenia (1,37%); Luxemburgo (1,3%) y Bélgica (1,29%), además de España.
A la cabeza se sitúa Polonia, con un 4,07% de su PIB, Estonia (3,41%) y Letonia (3,39%), todos países fronterizos con Rusia. En el cuarto lugar encontramos a Estados Unidos, con un 3,19% de inversión en defensa, siendo, curiosamente, el único miembro de la OTAN que reduce el porcentaje respecto del año anterior.
Las cifras las difundió hoy la organización transatlántica en el informe anual del secretario general de la OTAN sobre el año pasado, por lo que no tienen en cuenta el anuncio que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizó el martes para llegar al 2% este mismo año, con un montante adicional de 10.471 millones de euros para seguridad y defensa, meta que el Ejecutivo había propuesto alcanzar en un primer momento en 2029.
Si bien el informe muestra que las inversiones en defensa crecieron significativamente en toda la Alianza, también señala la necesidad de "acelerar nuestro trabajo para apoyar una base industrial de defensa transatlántica más sólida, resiliente e innovadora".
El secretario general de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte, explica que su "prioridad es impulsar esta adaptación para que la OTAN pueda ser aún más fuerte, más ágil y esté preparada para disuadir y defenderse con credibilidad de todas las amenazas a nuestra seguridad".
En su prólogo, Rutte asegura que el mundo vive el momento más peligroso en generaciones desde el punto de vista de la seguridad internacional y subraya que "en 2024, la OTAN continuó reforzando su postura colectiva de disuasión y defensa", que incrementó sus fuerzas de alta disponibilidad y que "los Aliados continuaron desplegando fuerzas robustas y con capacidad de combate en el flanco oriental de la OTAN".
Destaca también el continuo apoyo de la OTAN a Ucrania, así como la labor de la Alianza para impulsar la resiliencia de las infraestructuras críticas y las cadenas de suministro esenciales para la defensa.