El Gobierno panameño de José Raúl Mulino asegura que este arreglo respeta el Tratado de Neutralidad que rige al Canal. Según el mandatario, el memorando en materia de seguridad firmado por los gobiernos panameño y estadounidense involucra más presencia militar norteamericana no permanente y rotativa para ejercicios conjuntos, pero no implica la instalación de bases militares. No obstante, algunos críticos señalan lo contrario, y alegan que implica cierta cesión en la soberanía.
La firma del Memorando de Entendimiento en materia de seguridad, y de otras dos declaraciones conjuntas, se dio durante la visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegsethel, a Panamá el 8 y 9 de abril, en medio de la tensión internacional por la guerra comercial iniciada por la administración de Donald Trump y su retórica contra China.
En su estadía, Hegseth ratificó la idea de EEUU sobre la influencia de China sobre el Canal, y señaló que los acuerdos son una manera de acabar con ella. Por su parte, Panamá rechazó esa versión y afirmó que el país centroamericano controla el paso navegable y aseguró que la soberanía nacional ni se negocia ni está en discusión.
Sin embargo, algunos sectores nacionales panameños han denunciado la cesión de la soberanía con los nuevos acuerdos, sobre todo a raíz de las declaraciones de Hegseth en su regreso a Washington, que referían bases militares y tropas estadounidenses en Panamá. Estas declaraciones fueron muy distintas a las que tuvo en el país centroamericano, donde habló de un trabajo conjunto respetando "la soberanía de los panameños y del Canal".
"El mensaje de ellos en Estados Unidos es político", dijo el ministro de Economía y Finanzas de Panamá, Felipe Chapman, al reiterar que lo firmado con el Pentágono no lesiona la soberanía panameña ni viola los Tratados de 1977.
Chapman recordó que desde hace décadas hay presencia militar no permanente de Estados Unidos en Panamá, en razón de ejercicios conjuntos y cooperación antidrogas.
El tratado concerniente a la neutralidad permanente del Canal y al funcionamiento de este forma parte de los Tratados Torrijos-Carter de 1977 y aborda aspectos medulares, como la imparcialidad y apertura a todas las naciones de la vía interoceánica de 82 kilómetros que conecta el Atlántico y el Pacífico.
Además, le acompaña un protocolo que establece que cualquier país puede adherirse al régimen de neutralidad, comprometiéndose a respetar las disposiciones del tratado, que ha sido firmado por más de 40 Estados, entre los que no está China pero sí Taiwán.
Los Tratados Torrijos-Carter, firmados por el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981) y por el jefe del Estado panameño Omar Torrijos (1968-1981), establecieron la transferencia de la vía a Panamá el 31 de diciembre de 1999, y que Estados Unidos construyó a inicios del siglo pasado y explotó durante más de 80 años. También se estableció la extinción de la llamada zona del canal y la salida de las tropas estadounidenses asentadas allí.