La Armada recupera el patrullero costero en su nuevo plan de construcción de buques

El nuevo plan de la Armada para incrementar sus capacidades a medio plazo contempla un programa específico para la construcción de una nueva flota de patrulleros costeros a partir del año 2028. Este proyecto revela la intención al menos -habrá que ver si finalmente sale adelante el programa- de recuperar el concepto de patrullero costero, especializado en misiones en la ZEE (Zona Económica Exclusiva), un tipo de buque que prácticamente ha desaparecido en los últimos años.

La Armada cuenta en la actualidad con veteranos patrulleros costeros en la recta final de su vida, como la clase Anaga (Tagomago, Medas y Tabarca) en servicio desde hace más de cuatro décadas, y los dos de la clase Toralla (Toralla y Formentor), con más de 30 años operativos. En esta categoría también estarían incluidos los nuevos patrulleros Isla Pinto e Isla de León, de las comandancias navales de Melilla y Ceuta, respectivamente. 

Ante la antigüedad de la flota, el nuevo programa es una necesidad. Pero además el proyecto implica la apuesta de nuevo por un tipo de buque que la Armada dejó a un lado con la llegada de los Buques de Acción Marítima (BAM) con capacidad para hacer misiones en la ZEE y también oceánicas. 

Nueva fuerza de acción costera

El analista de Defensa Carlos Delgado explica que "el objetivo, o quizás lo más interesante del programa, sería disponer de una fuerza de acción costera o cercana. Este tipo de patrulleros podría dar una mayor y continuada presencia del Estado en la mar con la patrulla y vigilancia de zonas de soberanía e interés, la detección temprana, la monitorización del tráfico marítimo en las zonas costeras, presencia naval". "Todas estas misiones hoy también las hacen los patrulleros oceánicos. La idea de construir esta fuerza de acción costera, sería liberar a los patrulleros oceánicos y a otros buques con más tecnología y destinarlos a esa acción naval en los ámbitos oceánicos, evitando así las servidumbres del patrullaje costero", detalla el experto. 

Delgado asimismo expone que el programa podría ser muy positivo para la formación de oficiales. "Los buques serían comandados por un teniente de navío, que hoy están en peligro de extinción, y, por lo tanto, esta fuerza daría experiencia y formación y por lo tanto conocimiento del medio a los futuros oficiales de la Armada". 

Respuesta proporcionada

El patrullero de costa, continúa el analista, aseguraría además "una respuesta proporcionada o escalable en un hipotético conflicto en aguas nacionales costeras con vecinos del norte de África. No es lo mismo afrontar un contencioso con un patrullero oceánico o con una fragata, que empezar con un patrullero de zona y si va a más pasar al patrullero oceánico o la fragata".

"El programa también podría renovar y potenciar las misiones de las comandancias de marina, infravaloradas últimamente. Patrulleros de costa y comandancias sería un tándem perfecto", añade.

Los recortes presupuestarios y la llegada de los BAM

En este punto, la pregunta está clara. ¿Por qué decidió la Armada prescindir de los patrulleros costeros?. Delgado explica que "la Armada renunció por falta de dinero; España estaba dividida en los años 80 y 90 por zonas marítimas y cada una tenía unos patrulleros de zona asignados. Hoy ya no es así. El cambio coincidió con los recortes del presupuesto de Defensa. En 2004, la Armada creó la Fuerza de Acción Marítima (FAM) y de ahí vienen después los BAM". 

La reorganización supuso en la práctica la creación de una sola zona marítima que corresponde a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de España. Por lo tanto, prosigue el analista de Defensa, actualmente "puede darse el caso de que un patrullero destinado en Ferrol (y se da el caso) tenga que ir a patrullar aguas del Estrecho. Antes no pasaba con los patrulleros de zona asignados a las zonas marítimas". 

Con la FAM, surgió también el BAM. La idea inicial era un único buque estándar para una única fuerza de acción marítima y una única zona de vigilancia, que pudiera asumir las funciones de patrullero de costa y también las oceánicas de escolta de buques mercantes o lucha contra la piratería, etc. "Por eso, la Armada dejó de invertir en patrulleros de costa en favor de un único patrullero que pudiera hacer todas las labores", comenta el analista. "Lo que pasa es que no había dinero, y los BAM más modernos y avanzados que cualquier patrullero de costa acabaron haciendo misiones más tecnológicas y no el patrullaje de zonas costeras. Al final, se creó un vacío que no se ha ocupado. La Armada, a falta de dinero, fijó entonces como prioridad la proyección oceánica y garantizar la protección de las vías marítimas", detalla Delgado. 

También subraya que el nuevo programa de patrulleros costeros es, en cierta medida, una sorpresa, que puede ligarse al previsible incremento de las inversiones en España. "Este proyecto no estaba sobre la mesa hace dos o tres años, pero la idea parece que es mantener y recuperar capacidades con el aumento de presupuesto, no tanto una exigencia de la OTAN o lecciones aprendidas de la guerra en Ucrania".