La Armada suma un nuevo contratiempo en sus planes para instalar en sus buques un sistema de defensa de punto con misiles. La Jefatura de Apoyo Logístico (AJAL) ha declarado desierta una licitación para la compra de una solución de este tipo con un presupuesto de 7,5 millones de euros.
El contrato, en concreto, contemplaba la Adquisición de un sistema ASMD (Anti-Ship Missile Defence) para buques de la Armada y tenía un plazo de ejecución previsto de dos años. La resolución que declara desierta la licitación, a la que ha tenido acceso Infodefensa.com, aclara que la única oferta presentada, de la empresa MBDA España, fue descartada al final después de su estudio por no abarcar “la totalidad de las prestaciones requeridas en el pliego de prescripciones técnicas”.
Estos requisitos exigidos por la Armada no son públicos, puesto que el expediente fue gestionado mediante procedimiento negociado sin publicidad. La resolución, en todo caso, no cierra la puerta a la continuidad del proyecto y concluye que existen dos vías para “la total ejecución de las necesidades definidas en el PPT”; formalizar un nuevo contrato o ampliar los recursos destinados “al presente contrato”.
El desarrollo de un sistema de defensa de punto con misiles para buques de la Armada no es un proyecto nuevo. En los últimos años han surgido licitaciones e iniciativas por parte de la industria para poner en marcha un programa que, por un motivo u otro, sigue sin ver la luz.
La defensa de punto o defensa cercana sigue siendo una asignatura pendiente de la Armada. Sus buques no cuentan hoy en día con sistemas para hacer frente a la amenaza de un misil de muy baja cota una vez superadas las barreras de la defensa de largo alcance y zona.
La realidad es que este tipo de soluciones son hoy más que nunca una necesidad en ciertos escenarios donde están desplegados buques de la Armada, como puede ser la misión Atalanta de lucha contra la piratería en el cuerno de África. En esta región los asaltos piratas a buques mercantes han repuntado en el último año, coincidiendo además con el incremento de la inestabilidad en el cercano mar Rojo por los ataques de los hutíes.
La apuesta por el momento, en el caso de las fragatas F-80 que participan en esta operación, como la Santa María, ha sido instalar un sistema basado en el antidrón de Indra para la detección de amenazas aéreas, junto con dos estaciones de armas remotas de Escribano –Guardian 2.0 y Sentinel 30-. Este nuevo armamento refuerza la potencia de fuego y capacidad de autodefensa frente a amenazas como los drones o las embarcaciones de pequeño porte, pero no es realmente un sistema de defensa de punto.
El analista de Defensa Carlos Delgado explica que “ante la falta de una evolución técnica de décadas en los sistemas CIWS de la Armada y la falta de adaptación a nuevas amenazas directas, la solución implementada en los buques españoles de la operación Atalanta, si bien no pueden considerarse un sistema de defensa de punto como tal, si resuelven la amenaza inmediata de los ataques de los drones".
Por lo tanto, persiste esa necesidad de un sistema de basado en misil o en artillería -como lo era el Meroka- que no termina de llegar.
Otros intentos
La Dirección General de Armamento y Material (DGAM) ya adjudicó en 2019 a la empresa MBDA España un contrato para estudiar la viabilidad de la instalación de un sistema de estas características dotado con el misil Mistral en los buques de alto valor estratégico de la Armada (el LHD Juan Carlos I, los buques de asalto anfibio Castilla y Galicia o los buques de aprovisionamiento en combate Cantabria o Patiño).
Dos años después, en 2021, el consorcio español de misiles SMS remitió al Ministerio de Defensa una propuesta para el diseño, desarrollo e integración de un prototipo de sistema de defensa de punto basado en misil, bautizado como Saeta, para su empleo en buques de la Armada y también con aplicaciones a sistema terrestres.
En el caso de la defensa de punto con artillería, la DGAM encargó en 2022 un proyecto a Escribano para el desarrollo de una solución a partir de torre Sentinel 25 RFG (Rapid Fire Gun) de la empresa madrileña, que cuenta como armamento principal con un cañón rotatorio GAU-12/U de 25 mm y cinco tubo.