La compañía alemana Rheinmetall ha construido el primer vehículo de combate de infantería (IFV) Lynx para su cliente de lanzamiento, Hungría, en la factoría que ha habilitado en ese país. Este primer vehículo de combate de infantería Lynx construido en Hungría ha comenzado ahora su fase de puesta en servicio, tras ser montado en las instalaciones para vehículos de combate blindados en Zalaegerszeg, a 450 kilómetros de la frontera con Ucrania. Se trata del mismo modelo en el que se basa la oferta de esta empresa para dotar a Estados Unidos de un sustituto de su blindado sobre cadenas M2 Bradley, dentro del programa MICV (anteriormente denominado OMFV), donde compite con General Dynamics Land Systems (GDLS) y dará lugar al futuro blindado XM30.
Si se cumple el calendario previsto, el primer Lynx construido en Hungría será transferido a las fuerzas armadas del país a mediados de 2024, tras exhaustivas inspecciones de funcionamiento, rendimiento y calidad en Zalaegerszeg, según informa el fabricante. En palabras del presidente de la compañía, Armin Papperger, “nuestra nueva planta en Hungría, inaugurada en agosto, es la instalación de producción y prueba de vehículos blindados más avanzada del mundo”. La salida de fábrica del primer Lynx, supone para el director general de Rheinmetall Hungría, Paul Walf, un “hito en un tiempo récord”.
El Ministerio de Defensa húngaro adjudicó a la empresa alemana en septiembre de 2020 un contrato por valor de más de 2.000 millones de euros para suministrar a Hungría los nuevos vehículos de combate de infantería Lynx, dentro de un paquete con otros elementos y servicios relacionados. El cronograma contemplado incluye una primera fase de producción en la que Hungría recibirá 46 IFV Lynx fabricados en Alemania. El primer vehículo de ese lote ya fue transferido al ejército húngaro en octubre de 2022.
Carro de combate KF51
Los vehículos restantes, hasta completar los 218 previstos, son producidos desde la segunda mitad del año que acaba de concluir en Hungría por Rheinmetall Hungría, que es una empresa conjunta en la que Rheinmetall posee el 51% de su capital y el Estado húngaro el 49% restante. Las instalaciones húngaras, que sus responsables califican de “ultramodernas” permitirán, continúan, “el desarrollo y la producción de vehículos de combate blindados de ruedas y orugas de última generación para las fuerzas armadas húngaras”. Entre ellos se incluyen, además de la familia Lynx KF41, la versión Evo del carro de combate principal Panther KF51, en el que Hungría también se ha implicado con Rheinmetall.
El contrato inicial preveía siete variantes del Lynx KF41 para el ejército húngaro: un vehículo de combate de infantería estándar; un vehículo de puesto de mando; un vehículo de reconocimiento; un vehículo de observación de artillería de avanzada; una variante de mortero; una ambulancia de campaña; y un vehículo de formación. Como versión adicional, Rheinmetall va a desarrollar un vehículo antiaéreo Lynx, equipado con una torreta Skyranger 30. Este diciembre que acaba de concluir se firmó el contrato para el desarrollo conceptual de la nueva versión del KF41, presentado inicialmente en 2018, durante la feria internacional francesa Eurosatory.