La Armada de Chile y el Centro de Estudios Científicos (CECs) suscribieron el 13 de noviembre el convenio del proyecto Hielo IV que permitirá efectuar el registro de información glaciológica en la Antártica con un avión de exploración aeromarítima Lockheed Martin P-3ACH Orion equipado con un radar de espesor de hielo y un sistema Lidar.
En la actividad, efectuada en el aeródromo Pichoy de Valdivia, participaron la ministra de Defensa Nacional, Maya Fernández, acompañada del comandante en jefe de la Armada, almirante Juan Andrés De La Maza, junto al director del Centro de Estudios Científicos, Claudio Bunster, y autoridades del alto mando naval.
Suscripción del convenio del proyecto Hielo IV. Firma Armada de Chile
Según la Armada de Chile, este importante hito científico considerará la medición de la profundidad de los hielos de glaciares y plataformas de hielo, para evaluar el impacto del cambio climático en el continente blanco.
Asimismo, la aeronave inspeccionará durante los vuelos la flora y fauna presente en el continente blanco, todo en el marco de los tratados suscritos por el Estado de Chile ante la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos para prevenir, desalentar y eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada en el Ámbito Internacional (Indr).
Equipamiento de punta
El proyecto Hielo IV contempla cuatro vuelos programados desde el 14 de noviembre de este año. Su ruta será desde Punta Arenas hasta el Territorio Antártico Chileno, específicamente hasta la plataforma Larsen C por este y el Canal Jorge VI por el oeste, equivalentes a más de 14.630 kilómetros.
Las tareas de esta iniciativa serán desarrolladas en un plazo de un mes por el equipo CECs, liderado por el glaciólogo Rodrigo Zamora, y por la dotación del P-3ACH Orion del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 de la Aviación Naval, a cargo del capitán de fragata Cristóbal Rodríguez.
Las alas del avión tienen adosadas las antenas del radar de penetración de hielo. Firma Armada de Chile
El avión naval fue equipado con tecnología desarrollada por personal del CECs. Los sistemas alojados al interior del avión y en sus alas están destinados a recabar una serie de datos que serán utilizados para los informes científicos y conocer a la fecha el estado actual del territorio antártico.
El P-3ACH Orion fue provisto un radar de espesor de hielo con un alcance máximo de 3.500 m bajo su superficie integrado por un transmisor y receptor, una antena de sistema de posicionamiento global (GPS) y dos antenas de radar. Además dispone de un sistema Lidar para medir altura y topografía superficial del hielo que incluye un escáner láser más un receptor de navegación global por satélite (GNSS).
Vocación antártica
Rodrigo Zamora realizó un recorrido sobre el origen de las operaciones Hielo, e indicó que estas investigaciones se sustentan “desde el punto de vista científico (...) en ese entonces, si bien la evidencia del cambio climático se acumulaba rápidamente, había muchas lagunas de datos especialmente en territorios extremos, como la Antártica, en donde existían más interrogantes que certezas. En ese entonces no existía el consenso de hoy sobre el cambio climático y sus consecuencias para el planeta. La demanda global era más datos y evidencia, ¡ahora ya!”.
Presentación de las características de los equipos instalados en el Orion. Firma Armada de Chile
Así, estos objetivos responden a una historia de mediciones llevadas a partir del proyecto Hielo I, en 2002; Hielo II, en 2004; y Hielo III, en 2008. Cada una de estas operaciones antárticas fueron desarrolladas por la Armada de Chile junto al CECs y en colaboración con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos.
Aquellos registros hechos en un período de 21, 19 y 15 años respectivamente, serán una comparativa para corroborar el impacto que ha generado el cambio climático sobre los hielos; un ejemplo de ello fue lo ocurrido en la primera década de los 2000, donde se produjo la desintegración de las plataformas Larsen Norte, Larsen A y una parte de los glaciares Pine Island y Thwaites, en el Mar de Amundsen, antártica occidental.
Una histórica relación
El comandante de la Aviación Naval, contraalmirante César Delgado, destacó en la firma del convenio del proyecto Hielo IV la histórica relación existente de hace más de dos décadas entre la Armada y el CECs.
Además, se refirió al rol que cumple esta alianza, expresando que esto “no solo simboliza el poder de la colaboración entre la Marina y el Centro de Estudios Científicos, sino también la responsabilidad compartida de proteger nuestro planeta y preservar su belleza natural para las generaciones futuras, reafirmando así el compromiso de cuidar el medioambiente y trabajar juntos para abordar los desafíos del cambio climático”.
El director del CECS, el almirante De la Maza y la ministra Fernández saludan a la tripulación del avión P-3ACH Orion. Firma Armada de Chile
El almirante De La Maza resaltó la importancia del proyecto: “De esta manera, nos encontramos firmando el convenio para que -antes que termine este año- poder ir a recolectar la data que nosotros creemos que es muy relevante para certificar qué es lo que ha estado pasando con el cambio climático, específicamente en una zona que, nosotros como Armada, tenemos mucho interés, y que hemos ido potenciando con las diferentes unidades incorporadas a esta zona”.
“Además, hay un compromiso con el Centro de Estudios Científicos para procesar la data en forma preliminar y, en marzo del próximo año, entregar a la ciencia y al mundo la información que podamos obtener ahora”, expresó el almirante De La Maza.
Consultada al respecto, la ministra Fernández, subrayó la relación y el fuerte vínculo entre la Marina y el SECs, donde mencionó que “es un hito muy relevante (...) esto habla muy bien de la relación que hay entre la Armada y el Centro de Estudios Científicos, porque existe una preocupación por el cambio climático. Chile tiene una vocación antártica y con diferentes tareas, y una de ellas es este convenio”.