Dos aviones de la Guardia Civil vigilan desde hoy mismo las rutas migratorias de Senegal y Mauritania hacia Canarias. El Ministerio del Interior ha desplegado un CN-235 en Dakar para patrullar las costas de Senegal y Mauritania durante los próximos 45 días con el apoyo de un Beechcraft Super King Air 350i desde el archipiélago.
El objetivo es reforzar el dispositivo de gestión migratoria en el archipiélago, si bien el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recordó que “no existen soluciones mágicas ni atajos, sino un trabajo constante y sostenido en el tiempo que España lleva realizando desde hace cinco años y que ha evitado solo en 2023 la llegada a Canarias de más de 12.000 migrantes”.
Desde el Ministerio se ha explicado que los dos aviones de vigilancia marítima "se suman al refuerzo de efectivos realizado a principios del mes de septiembre en El Hierro, que incrementó la dotación de la Guardia Civil en la isla en un 18%. También se han incorporado a la isla de forma permanente una decena de agentes de la Policía Nacional, especialistas en Extranjería y Fronteras y en Científica, para tramitar los procedimientos iniciales de reseña de los migrantes". No son los únicos refuerzos que han llegado a la isla, según Interior, "agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil se han desplazado a El Hierro para colaborar en los procedimientos de derivación hacia otras islas, traslados en los que han participado la patrullera de la Guardia Civil Río Segura y su tripulación".
Grande-Marlaska recrodó que desde 2018 el incremento de las plantillas ha aumentado un 11.8% hasta superar los 7.930 efectivos, lo que contrarresta las pérdidas de más de 630 agentes sufridas entre 2011 y 2018.
El ministro estuvo el pasado miércoles en Mauritania y viajará próximamente a Senegal para reforzar el plan de coopereación entre países. Según explicó, esa colaboración es "el mejor camino" para frenar la inmigración ilegal y destacó que esa cooperación "no es una entelequia", sino que “menos presión para las islas, menos vidas truncadas y significa combatir sobre el terreno, con equipos conjuntos de Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales, a las mafias que trafican con personas, lucrándose de la desesperación”.