Luego de la presentación oficial de su cartera de productos en materia de drones de ataque y vigilancia en la feria Sitdef 2023, Diseños Casanave International S.A.C. sigue pendiente de eventuales procesos de selección, licitaciones o concursos públicos que organice el Ejército del Perú, Marina de Guerra del Perú o Fuerza Aérea del Perú para presentarse como potencial proveedor de tan crítica capacidad.
La empresa peruana sostiene con firmeza que las lecciones de recientes conflictos militares y particularmente la guerra entre Ucrania y Rusia han confirmado la gran importancia de los drones merodeadores, kamikaze, de los vehículos aéreos no tripulados en los teatros de operaciones modernos, en los conflictos militares, en situaciones donde un lado mucho menor equipado puede hacerle frente y desgastar enormemente los inventarios de institutos armados que presumen costosos sistemas de armas como tanques, vehículos de combate de infantería, sistemas de defensa antiaérea y/o sofisticados emplazamientos de radares. La diferencia decisiva la pueden protagonizar hoy en día los drones de ataque, los drones de designación de objetivos, drones de combate y drones de vigilancia.
En un escenario, donde ninguna Fuerza Armada de la región puede desplegar de manera efectiva una estrategia de armas combinadas, los tan necesarios tanques -el arma perfecta de penetración de territorio, si es bien empleada-, vehículos blindados varios y helicópteros de ataque son fáciles víctimas de drones, misiles antitanque y misiles antiaéreos. Los drones tienen además la gran ventaja de no colocar en riesgo la vida de los operadores.
El comandante del Ejército del Perú, general David Ojeda, y Sergio Casanave, observan el dron de vigilancia de Jouav. Foto: Peter Watson
Convenios internacionales
Hace dos años, Diseños Casanave empezó a conversar con el fabricante turco STM y la china Jouav sobre la probabilidad de ofrecer sus productos a las Fuerzas Armadas del Perú.
Con Jouav, se llegó a un acuerdo para ofrecer al dron de reconocimiento y vigilancia DC-40P, un aparato de ala fija, despegue y aterrizaje vertical, vuelo lineal, de propulsión híbrida, a combustión y eléctrica, carga útil de hasta diez kilogramos, autonomía de hasta diez horas en el aire, alcance máximo de hasta 200 kilómetros, velocidad crucero de 90 km/h, velocidad máxima de 90 km/h y , con una envergadura de 4,6 metros, longitud de 2.3 metros y peso de 45 kilogramos, puede despegar con carga máxima desde posiciones ubicadas a 4.000 metros sobre el nivel del mar y su techo de servicio es de 8.000 metros, capacidad para operar día y noche, con visibilidad limitada, sistema de piloto automático con sensores inerciales.
Con STM (Savunma Teknolojileri Mühendislik ve Ticaret A.Ş.), Diseños Casanave firmó un convenio para la manufactura en Perú de drones de ataque anti personal y anti blindados ligeros. Tres drones de ataque han sido considerados dentro del convenio:
Kargu, un dron merodeador o kamikaze de despegue y aterrizaje vertical con capacidad antipersonal y antitanque. Si el dron no encuentra un objetivo puede regresar al punto de lanzamiento. Puede ser utilizado contra objetivos estáticos o móviles, en modo autónomo o manual, procesa imágenes en tiempo real e integra algoritmos de aprendizaje automatizado. Dispone de unidad de control terrestre. Alcance de enlace al dron de 6,5 kilómetros y diez kilómetros con antena externa, autonomía de 30 minutos en el aire, cabeza de combate de 1,3 kilogramos, motores eléctricos, entre otros. Cuando el objetivo es enganchado, se le centra de manera automática y el drón solicita una acción al operador (atacar o regresar), si recibe el comando "atacar", se dirige al objetivo a unos 150 km/h hasta impacto directo o detonación por proximidad. Puede atacar en enjambre. Para Perú, Kargu se ofrece con dos tipos de cargas explosivas, una mina antipersonal Claymore o un sistema de carga hueca para usa contra vehículos blindados, de efectos similares a un RPG-7.
Drones antitanque Kargu-B)y antipersonal Kargu-A exhibidos en Sitdef 2023. Foto: Peter Watson
Alpagu, dron merodeador o kamikaze que es lanzado desde un tubo contenedor y tiene capacidad antipersonal y contra vehículos blindados ligeros, de alas desplegables tras lanzamiento, tiene un alcance de cinco kilómetros, vuela a unos 121 metros de distancia al suelo, velocidad crucero de 92 km/h, velocidad máxima de 120 km/h, peso 1,9 kilogramos, puede ser desplegado en poco más de un minuto, es operado por una persona y tubo contenedor descartable.
Representación digital del lanzamiento del dron kamikaze Alpagu. Foto: Diseños Casanave International
Boyga, dron de taque de despegue y aterrizaje vertical que tiene capacidad antipersonal o contra objetivos ligeramente blindados, cargando granadas de 81 mm HE que es lanzada/soltada sobre el objetivo en forma vertical. En redes sociales abundan imágenes de drones ucranianos que sueltan granadas sobre las compuertas de tanques y vehículos blindados rusos, terminando en buena parte de los casos con la destrucción catastrófica de los objetivos (si las municiones a bordo se activan) o con un intenso incendio interno. Integra un algoritmo de estimación balística que permite apreciar el lugar probable de impacto de la granada. Tiene un alcance de cinco kilómetros, autonomía de 30 minutos, velocidad de crucero de 54 km/h, velocidad máxima de 70 km/h, peso de 16,2 kilogramos (con la granada de 81 mm a bordo), reducida firma acústica, entre otros.
Boyga, dron de ataque con granada de 81 mm HE. Foto: Diseños Casanave International