En el marco de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2022-2023, se concretó la evacuación de 826 tambores de residuos en la Base Belgrano II bajo la coordinación del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar).
El retiro de los Residuos Antárticos Clasificados (ERACs) se viene realizando en las bases Esperanza, San Martín, Orcadas, Petrel, Carlini y Marambio mediante, no solo el rompehielos ARA Almirante Irizar, sino también con el apoyo de los avisos ARA Estrecho de San Carlos y ARA Puerto Argentino. Los residuos fueron trasladados hasta el Puerto de Ushuaia, Tierra del Fuego.
Tipo de residuos
Los residuos antárticos se clasifican en 4 grupos: El Grupo 1 se compone de madera, papeles y restos de comida; el Grupo 2 de caucho, polietileno y envases metalizados; el Grupo 3 de lubricantes, pinturas, ácidos y otros líquidos o sólidos peligrosos; y, finalmente, el Grupo 5 está compuesto de vidrios, alambres y hormigón. Según las características de los materiales cada grupo recibe un tratamiento específico para su evacuación.
El periplo del ARA Irizar
En la Base Orcadas, con la ayuda del Grupo Playa, se realizó la descarga de todo el material necesario para realizar la invernada. A su vez se trasladó el Laboratorio Antártico Multidisciplinario (LAM) que se construirá en esta base.
El laboratorio contará con una superficie de 120 metros cuadrados, y estará equipado con un laboratorio húmedo, seco, zona de lavado y secado de muestras y un sector de lanzamiento de globos de medición de ozono, entre otras características. El LAM fue diseñado íntegramente por personal de la Dirección de Ingenieros del Ejército y del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) con altas normas de sustentabilidad.
Una vez concluido el reabastecimiento de la base, el Irizar puso rumbo hacia la Base Belgrano II, la base argentina más austral. Esta navegación por el Mar de Weddell tuvo la dificultad de tener que realizar el flanqueo del témpano A81.
Este témpano de 1.560 km2 se desprendió de la barrera de hielo Brunt el pasado 23 de enero. Personal especializado en glaciología marina del Departamento Meteorología del Servicio de Hidrografía Naval, analiza la deriva del témpano y otras 15 rupturas secundarias. Para ello se utilizan las imágenes de los satélites Saocom 1A y 1B provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
Además del seguimiento satelital se realizaron observaciones mediante un vuelo glaciológico con los helicópteros Sea King. Con relación a estos vuelos, el comandante del rompehielos, Capitán de Navío Carlos Recio afirmó: “Es importantísimo realizar los vuelos glaciológicos, e insumir el tiempo necesario para analizar la información científica que tenemos in situ y flanquear el témpano con éxito. Hoy en día no hay ningún otro medio de la comunidad científica internacional que pueda hacerlo”.