La visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ha levantado ampollas en China y ha hecho saltar algunas alarmas. Es por esto que EEUU ha comenzado a trabajar en nuevos desarrollos armamentísticos para disuadir una posible invasión, entre los que se encuentran diversos drones acuáticos, algunos ya desplegados.
La Armada estadounidense ha destacado la efectividad de los USV como medio asequible y muy efectivo. De hecho, la 5º Flota de la Armada ha desplegado algunos de estos sistemas en aguas de Oriente Próximo con muy buenos resultados.
Ejercicio multinacional en el Pacífico
Cuatro de los drones más grandes que están actualmente desplegados participarán en un ejercicio naval multinacional en el Océano Pacífico durante el verano. Estos sistemas permitirán a la Marina taiwanesa hacer frente a la creciente flota China.
Los objetivos que persigue EEUU son ampliar las armas que pueden llevar, la exploración y el control. Además, esta tecnología también evitaría costosos errores que han ocurrido con otros barcos tripulados. El presupuesto que preveé destinar la Marina para el nuevo año fiscal incluye 433 millones de dólares para “buques de superficie sin tripulación”.
Mientras tanto Taiwán también se centra en reforzar su arsenal. Su avión no tripulado de desarrollo propio Teng Yun 2, similar al MQ-9 Reaper, ha logrado un nuevo hito que allana el camino para su uso. El pasado mes este UAV completó un vuelo de diez horas.