Thales España ya tiene listo su nuevo Centro de Innovación, un espacio dedicado a exponer los proyectos más novedosos en los que trabaja la multinacional. El centro, ubicado en las instalaciones que Thales posee en la calle Serrano Galvache de Madrid, será un complemento para que los laboratorios de la empresa puedan presentar y dar a conocer sus últimos avances.
La directora del área de Innovación, Ana Romera, explicó ayer que las instalaciones tienen como objetivo “promover interna y externamente la capacidad innovadora de Thales, completando la actividad de los laboratorios de la 2ª planta, de i+D e Ingeniería”. En este sentido, Romera destacó la importancia que tiene para la multinacional el I+D+i y lo hizo poniendo sobre la mesa las cifras totales de inversión tanto a nivel internacional: 650 millones de euros autofinanciados a nivel internacional, 15.000 patentes, cinco laboratorios y más de 30 acuerdos con institutos de investigación; como nacional: 100 millones de euros invertidos en diez años y más de 250 personas trabajando en las áreas de ingeniería e I+D de una plantilla de 1.100 empleados. “De hecho”, recalcó Romera, “Thales posee alrededor de 25.000 empleados involucrados en actividades técnicas y más del 70% de ellos son ingenieros”.
Sin manos, el futuro está en las pupilas
El centro cuenta en su exposición con alguno de los proyectos más destacados y novedosos de la empresa, incluidos los prototipos del Alice, que es un sistema de mando que permite dirigir varios UAVs desde un único sillón de mando y controlar los sistemas optrónicos mediante la vista; y del F2, un UAV de entre 25 y 30 kilos de peso que admite cargas de pago de hasta cuatro kilos y tiene una autonomía de entre 8 y 12 horas de vuelo. Junto a este, se puede ver el ya comercializado Fulmar con su estación de control desde tierra. El Fulmar es uno de los grandes éxitos de Thales y, según explicó el ingeniero de sistemas Manuel de Estevan, uno de los pocos capacitados para trabajar para la Armada española porque “puede ir con dos tipos de combustible: gasolina y combustible sólido JP5, que es el único que deja embarcar la Armada por cuestiones de seguridad”.
Otro de los objetos es el Scorpion, un casco con un sistema HUD incorporado que permite al piloto dirigir los sistemas de armamento con la vista y que solo es el primer paso de lo que se pretende conseguir. “El futuro pasa por que los pilotos puedan volar con la opción, si quieren, de no ver el avión en el que van”, explicó ayer Ignacio Peña, el responsable de la sección comercial del segmento aéreo. Según Peña, Thales está estudiando dos evoluciones del Scorpion, una civil, “que tendría que ser más pequeña y montarse en una gorra o una cinta, ya que los pilotos civiles no llevan casco”, y una evolución de la versión militar, “en la que el piloto tendría la opción de borrar el avión en el que va y ver solo el cielo gracias a un sistema de cámaras ubicadas en el fuselaje, sería como un video juego”.
El sistema de visión a distancia Gecko también está en la sala de exposiciones como uno de los complementos más importantes de las Fuerzas Armadas en las actividades relacionadas con el control de fronteras.
Más allá de la defensa
Además de ser una empresa dedicada a la defensa y la seguridad, Thales es una de las compañías más importantes del mundo en los sectores ferroviario y aéreo, en el primero con sus avanzados sistemas de señalización y, en el segundo, con los sistemas de control de tráfico, cuya eficacia se demostró con creces durante la celebración del último mundial de fútbol en Río de Janeiro. Es de reseñar que, en el área de transportes, Thales España ya ha exportado sus sistemas de señalización ferroviaria a Turquía y actualmente trabaja en los mercados de Egipto, Grecia, Argelia, Marruecos, Malasia, Nigeria y México.
Fotos: N.G. Pandavenes