Una fuerza aeronaval multinacional patrullará las aguas caribeñas de Nicaragua

El Parlamento de Nicaragua ha autorizado el ingreso de una fuerza militar multinacional para que patrulle sus aguas caribeñas para el combate al narcotráfico y crimen organizado. La decisión no deja de llamar la atención, además, tras la amenaza del Estado Islámico (ISIS) hacia Nicaragua por su relación cercana con Rusia.

El Poder Legislativo nicaragüense autorizó el ingreso de tropas, embarcaciones y aeronaves de Estados Unidos, Rusia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, República Dominicana, Taiwán y Venezuela de cara al próximo 2016 para adiestrar al personal militar y patrullar las aguas del mar Caribe.

Numerosas unidades militares, entre navíos y aeronaves de fuerzas armadas extranjeras participarán en labores de adiestramiento, instrucción y ejercicios militares en el primer semestre de 2016.

Además, los estadounidenses podrán moverse en asistencia humanitaria en el Hospital de Puerto Cabezas con tropas provenientes de la Fuerza Conjunta Bravo, destacada en Soto Cano, Honduras, con hasta dos helicópteros UH-60 Blackhawk y dos más CH-47 Chinook en apoyo a la coordinación y ejecución de un pequeño programa de acción médica cívica, también en la costa caribeña de Nicaragua.

"Van a ingresar aeronaves y soldados rusos a aguas nacionales para ayudar a Nicaragua en el patrullaje y combate al narcotráfico, pero por otro lado estamos aprobando el ingreso de aeronaves, de barcos y de tripulación del Ejército de los Estados Unidos para realizar también labores de patrullaje en contra del narcotráfico", indicó el diputado liberal Wilfredo Navarro, miembro de la directiva parlamentaria. Según explicó Navarro, "miembros del Ejército y de la Naval rusa y miembros del Ejército norteamericano están en coordinación con Nicaragua para enfrentar el narcotráfico".

El sitio de los patrullajes será una zona en el mar Caribe antes bajo tutela de Colombia y que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) adjudicó a Nicaragua en 2013 en una sentencia hasta hoy rechazada por el Gobierno de Bogotá.

Foto: Ejército de Nicaragua