*Viene de: Industria naval en América Latina: tradición marítima y voluntad pese a la inferioridad de condiciones (Parte I)
Colombia
El último año ha sido un periodo de noticias positivas para el sector naval colombiano. En julio de 2022 se botaba el nuevo Buque de Investigación Científico-Marina Simón Bolívar, del tipo Damen OSRV 8316, con el que la Armada Colombiana ARC partirá en diciembre próximo hacia el continente blanco en la X Expedición Antártida Colombiana 2023-2024.
Para noviembre de 2022 y en el marco del desarrollo del Sistema Integral de Defensa Nacional SIDEN, la ARC y el astillero colombiano Cotecmar firmaban la construcción de la primera Plataforma Estratégica de Superficie (PES-Fragatas); así como de su cuarta OPV (OPV 93C); y del primer Buque de Apoyo Logístico del tipo BAL 6012.
Buque Oceanográfico Simón Bolívar. Firma: Cotecmar
Según el redactor de este medio en Colombia, Erich Saumeth, la materialización de estos proyectos ha sido el resultado de un detallado y cuidadoso trabajo enmarcado en el Plan 2030, a partir del cual se propusieron los planes Orión (recuperación y repotenciación de flotillas); Puente (sostenimiento de capacidades); y Faro (innovación tecnológica propia).
De esta forma, la nación ha ido construyendo unas capacidades operacionales que la han llevado a erigirse como una armada mediana, enfocada en proyectar una disuasión creíble desde el punto de vista convencional, pero también combatiendo con bastante éxito el multicrimen regional desde sus puertos y costas.
Esta prospección pudo materializarse gracias al trabajo de diseño y construcción del astillero nacional Cotecmar, empresa que potenció sus capacidades para proyectarse como la base industrial de los nuevos y recientes proyectos navales.
Como consecuencia de la pandemia de Covid 19, la Armada Colombiana decidió oportunamente reajustar tiempos y estrategias de acuerdo a las nuevas realidades, replanteando su Plan de Construcción y Optimización de la Flota (Procyon) a 2042. Por medio de este proyecto pretende convertirse en una armada mediana, con las capacidades operacionales de desplegar hasta 100 embarcaciones y 40.000 efectivos, encuadrados en sus flotillas de superficie, submarina y en sus componentes de Infantería de Marina y Aviación Naval.
Procyon es entonces la hoja de ruta que ha comenzado a desarrollarse de aquí a los próximos 19 años, trazado para poder cumplir con las misiones constitucionales de defensa de la soberanía y de la integridad territorial.
Para la Armada ha resultado más que conveniente contar con un astillero propio como aliado estratégico. A través de esto, se han posibilitado servicios tales como los de la construcción, actualización y mantenimiento de embarcaciones, no solo de la ARC sino para el mercado civil también.
El Know How representa gran importancia y un abrumador apalancamiento para la industria naval y general. Esto se traducirá en la creación de nuevas empresas, productos, empleos, pero sobre todo, conocimiento.
El horizonte es entonces claro, este sector impulsará a Colombia como un país con las capacidades tecnológicas necesarias para adelantar procesos de carácter estratégicos, ofreciendo soluciones a posibles clientes regionales y mundiales, y potenciando operacionalmente a su Armada como una fuerza con medios navales de superficie marítimos y fluviales.
Buque de Apoyo Logístico BAL-C. Firma: Infodefensa.com
Argentina
La Industria Naval Argentina se compone principalmente por el Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar) —que engloba a los astilleros Tandanor y Almirante Storni— y que con más de 140 años de experiencia se destaca como uno de los principales actores regionales en las áreas de reparación y construcción de buques y barcazas. Asimismo, también cuenta con el Astillero Rio Santiago (ARS).
Según reseña nuestro corresponsal en Argentina, Gonzalo Mary, entre los trabajos realizados recientemente destaca la reparación y modernización del rompehielos ARA Almirante Irizar tras el incendio de 2007, una tarea que demandó 86 meses de labor. También se ha trabajado en la construcción de dos Lanchas de Instrucción de Cadetes (LICA), iniciadas en 2014 y botadas en 2021 y 2022, aunque aún no han sido entregadas. Otros proyectos incluyen la construcción de una lancha hidrográfica y la recuperación integral de los diques de la Armada en el Arsenal Naval Puerto Belgrano.
Actualmente, la Industria Naval Argentina se encuentra inmersa en varios proyectos destinados a fortalecer las capacidades navales del país, a pesar de enfrentar desafíos significativos. En este contexto, Tandanor está llevando adelante la construcción de un buque polar. Inicialmente, en 2014 se adquirió un concepto del astillero finlandés Aker Arctic Technology. El Gobierno informó que en 2020 se dio inicio al proceso de construcción, supervisado y asesorado por ingenieros de la firma finlandesa. En febrero de 2022 se firmó un contrato para el desarrollo de la ingeniería básica y las capacidades con el objetivo de generar localmente la ingeniería de detalle. Asimismo, Tandanor anunció en 2021 la construcción de 12 remolcadores para la Armada, aunque hasta la fecha ninguno ha sido entregado.
Por su parte, el ARS tiene previsto construir un buque de desembarco anfibio basado en un diseño de la firma Damen. Además, dentro del proceso licitatorio para renovar la flota de guardacostas, en caso de que esta sea adjudicada a un astillero extranjero, se busca que al menos dos de los barcos sean construidos localmente.
Centroamérica
La industria naval es prácticamente inexistente en Centroamérica, tanto en los países con Fuerzas Armadas como en los que solo se cuenta con Guardacostas asociados a las Fuerzas de Seguridad Policial, como Costa Rica y Panamá. Seguramente esto se deba a los bajos presupuestos anuales asignados para temas militares y de Seguridad Pública.
Aunque algunos países han adquirido navíos con recursos propios, como Honduras, que en diciembre de 2019 adquirió un OPV 62M con Israel Shipyards.
Israel Shipyards OPV 62M-Honduras
También cabe mencionar los patrulleros costeros Metal Shark 85 Defiant que recibieron Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Honduras desde 2017 como parte de cooperación con Estados Unidos.
Guatemala, Costa Rica y Panamá han recurrido a equipos nuevos con fabricantes colombianos como la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial (Cotecmar) y Eduardoño.
Es decir, nada de astilleros de grandes proporciones que fabriquen embarcaciones desde cero, sino pequeñas instalaciones para realizar reparaciones o remoces en flotas existentes y producidas en el extranjero.
Una excepción es Guatemala, que con el Astillero Naval en Santo Tomás de Castilla (Izabal), se ha atrevido a una pequeña producción con embarcaciones de menor tamaño. El Astillero Naval tiene un muelle de lanzamiento para el izado de embarcaciones de hasta 425 toneladas de peso en rosca. También cuenta con la capacidad instalada y tecnológica de diseñar y construir todo tipo de artefactos navales.
En 2021, se efectuó la construcción del primer prototipo de Lancha Patrullera Marítima de 32 pies de eslora de nombre Astimar 01. Y este año se construyeron 15 embarcaciones menores de 32, 28 y 23 pies de eslora, para uso de la Marina de la Defensa Nacional de Guatemala.
Venezuela
La industria naval venezolana está conformada por varios astilleros dedicados a la construcción, reparación y mantenimiento de embarcaciones de transporte de personas y carga, servicios, deportivas y uso militar. Si bien los astilleros privados prestan servicios de reparación y mantenimiento a embarcaciones de la Fuerza Armada Nacional, resulta pertinente enfocarse a los dos principales astilleros del Estado y a los otros dos enmarcados en el sector Defensa.
Diques y Astilleros Nacionales C.A. (Dianca) de propiedad estatal, es el astillero más grande de Venezuela y uno de los más importantes de la cuenca del Caribe. Fundado en 1905, está ubicado en Puerto Cabello, (Carabobo). Cuenta con un dique seco para recibir buques de hasta 30.000 toneladas y un sincroelevador de hasta 5.000 toneladas de fuerza ascensional. Dispone, además, de ocho muelles y seis puestos de varada.
En años recientes inició un proceso de expansión de instalaciones para aumentar sus capacidades. A mediados de la primera década del siglo actual, Dianca concretó una serie de acuerdos con reconocidos constructores navales europeos para realizar mantenimiento mayor y construir embarcaciones para la Armada venezolana; sin embargo, varios de esos proyectos no pudieron avanzar, entre otras razones, por la prohibición de transferir armamentos y tecnología militar a Venezuela, impuesta por la Unión Europea y otros países occidentales.
No obstante —relata el corrresponsal de Infodefensa en la zona, Carlos E. Hernandez— en la primera mitad de la década de 2000, bajo la asesoría de ThyssenKrupp Marine Systems, se construyeron las instalaciones y se inició el mantenimiento de los dos submarinos de la Armada tipo U209A/1300 de esa marca.
Vista del astillero Dianca de Puerto Cabello. Firma: AVI
En 2005, se acordó con Navantia la construcción en Venezuela del último de los cuatro buques patrulleros tipo Avante 1400 encargados por la Armada, la cual se inició en 2009, y para lo cual, se contó, además, con la asesoría de la empresa española para adecuar el astillero con ese fin. En 2005 también se suscribió un contrato con la británica Griffon Hovercraft. Ltd. para ensamblar y posteriormente construir 39 aerodeslizadores de varios modelos, pero solo se ensamblaron dos unidades un 2000TD y un 1050TD que actualmente operan con la Armada. Finalmente, en 2007, fue entregado a la Armada un remolcador de altura / buque de salvamento tipo Salvage Tug 6014, de 750 toneladas de desplazamiento, ensamblado en Dianca cuyos bloques y partes fueron suministradas por Damen.
La Unidad Naval Coordinadora de los Servicios de Carenado, Reparaciones de Cascos, Mantenimiento de Equipos y Sistema de Buques de la Armada (Ucocar), ente adscrito al Ministerio de la Defensa, está dedicado a la reparación, mantenimiento de barcos de hasta 700 toneladas, para lo cual cuenta con una plataforma de elevación capaz de soportar hasta 800 toneladas. Este astillero tiene su sede en la base naval de Puerto Cabello. Construye embarcaciones de uso civil y militar, incluyendo las lanchas rápidas, de fibra de vidrio, tipo Guardian 25, para la Armada y la Guardia Nacional.
En la primera mitad de la década pasada, sus instalaciones fueron ampliadas y adecuadas bajo la asesoría de Damen, para la construcción, en un comienzo, de patrulleros tipos Stan Patrol 4207 y Stan Patrol 2606 para la Armada venezolana y futura exportación; sin embargo, el proyecto se vio interrumpido, en 2015, entre otras razones, por el veto de los países europeos, anteriormente señalado. Sin embargo, con anterioridad, en 2008, Ucocar un primer Stan Patrol 2006 para la Armada y, en 2014, recibió tres cascos y superestructuras del mismo modelo, construidos por Damen en Países Bajos, para completar su alistamiento, a la vez que inició en sus talleres la construcción de dos unidades más.
De los tres cascos recibidos de Países Bajos, dos fueron completados y entregados a la Armada venezolana, mientras que el restante y los otros dos, cuya construcción se había iniciado localmente, permanecen sin terminar en sus instalaciones.
El segundo astillero importante venezolano es Astilleros Navales Venezolanos S.A (Astinave) filial de la empresa estatal Pdvsa Naval. Está ubicado en la península de Paraguaná (Falcón). Está dedicado a la construcción reparación y mantenimiento de buques hasta 9.000 toneladas, gabarras, remolcadores y lanchas de diversos usos. Dispone de un dique flotante que permite subir buques de hasta 4.000 toneladas, con eslora de 100 metros y manga de 30 metros. Realiza trabajos de mantenimiento a embarcaciones de la Armada y la Guardia Nacional.
Finalmente, se encuentra el Servicio Autónomo de Mantenimiento de Lanchas de la Guardia Nacional (Samalguarn), adscrito al Ministerio de la Defensa, cuyas instalaciones se encuentran en Guanta (Anzoátegui). Realiza trabajos de reparación y mantenimiento a embarcaciones menores de la Guardia Nacional y de la Armada. En abril de 2021, presentó el prototipo de una lancha interceptora denominada Centinela, de diseño y construcción propia, para uso del Comando de Vigilancia Costera de la Guardia Nacional.
Bolivia
Bolivia, siendo un país mediterráneo, dispone de astilleros en el lago Titicaca y en sus principales vías fluviales para satisfacer las necesidades de la Armada, empresas navieras, servicios portuarios, organismos civiles y para uso deportivo.
La Unidad Operativa de Industria Naval (Uoin), creada en 2013 y dependiente de la Armada, es el ente más importante del sector de construcción naval boliviano. Cuenta con astilleros en Puerto Villarroel (Cochabamba), Puerto Quijarro (Santa Cruz), Puerto Guaqui (La Paz) y Puntiti (Cochabamba).
En sus instalaciones de Cochabamba, Uoin construye embarcaciones de aluminio y de fibra de vidrio, como las lanchas patrulleras tipo Karakahi. Y en el astillero de Puerto Guaqui se construyó el buque multipropósito Mosoj Huayna (BM-01), de 200 toneladas de desplazamiento y la nave de mayor envergadura de la Armada.
Buque multipropósito Mosoj Huayna, construido en el astillero de Puerto Guaqui. Firma: Armada de Bolivia
*Continúa en: Industria naval en América Latina: tradición marítima y voluntad pese a la inferioridad de condiciones (Parte III)