Goreslavskiy Rosoboronexport: "El Dorado sigue estando en Latinoamérica"

El vicedirector de Rosoboronexport, Serguei Goreslavskiy, afirmó la semana pasada a preguntas de Infodefensa.com, durante un encuentro con periodistas de todo el mundo en Moscú, que “el Dorado sigue estando en Latinoamérica” en referencia al potencial que supone el mercado iberoamericano para el gigante ruso. Esta afirmación se debe a que, en términos porcentuales, Latinoamérica supone actualmente el 5,7% de las ventas de las compañías que integran la corporación estatal rusa Rostec, casa madre de Rosoboronexport, y las previsiones son que lleguen al 10% a muy corto plazo.

Para lograr este fin, Rosoboronexport no solo ha diseñado nuevos productos adaptados al mercado local, como ha publicado recientemente Infodefensa.com, sino que estudia adentrarse en sectores hasta ahora poco valorados por el conglomerado ruso en la región, como el naval. En este sentido es de reseñar que el sector de la defensa naval, donde Rusia apenas ha atracado con sus productos, es la estrella indiscutible en una Latinoamérica donde los kilómetros de costa, tanto marítima como fluvial, obligan a una inversión constante en material. De hecho, los grandes programas del momento en cuanto a dotaciones económicas se refiere, como el PROSUPER brasileño o la PES colombiana, están precisamente en este sector.

Ampliar ventas en México

La estrategia de Rosoboronexport pasa también por mantener e incluso incrementar su presencia en mercados tradicionales para Rusia, como puede ser el mexicano, donde Helicópteros de Rusia mantiene más de 40 aparatos en vuelo y el parque automóvil está integrado, en una buena parte, por camiones Ural. De hecho, México fue el primer país donde Rusia construyó un centro de mantenimiento de material. Sobre el país norteamericano, Goreslavskiy aseguró que “tenemos muy buenas perspectivas de futuro”. Al ser preguntado por dichas expectativas, el vicepresidente de Rosoboronexport aseguró que uno de los proyectos más afianzados es la construcción de un centro para ensamblar unidades rusas en territorio mexicano. Estas instalaciones no tendrían por qué ser netamente militares, pues precisamente la nueva línea estratégica de Rostec se basa en incrementar las propuestas de doble uso civil y militar.

El afianzamiento en Perú

En cuanto a la posibilidad de avanzar en cuestiones como el valor añadido del producto, Goreslavskiy recalcó que el trasvase de tecnología ya es algo habitual en Rosoboronexport y que el siguiente paso, que sería el correspondiente a la fabricación de piezas in situ, se está estudiando. En este sentido, anunció que su empresa ha realizado importantes avances con Perú relacionados con la construcción de un centro de mantenimiento en La Joya que, a su vez, estuviera relacionado con otra o incluso pudiera servir él mismo también como centro de producción de piezas e incluso de ensamblaje para los MI 171 Sh.

La otra gran apuesta de Rosoboronexport para Perú son los vehículos Kamaz. El equipo de Goreslavskiy apuesta por este producto para su producción en Perú.

El gran mercado de Brasil

En Brasil la flota de helicópteros rusos es de apenas 12 unidades MI 35N, aun así, Rosoboronexport continúa con su idea de crear un centro de mantenimiento en la región, pero el gran proyecto para el país es sin duda la venta del sistema de defensa antiaérea Pantsir. El contrato aún está en proceso de negociación entre ambas partes. Este sistema cubriría las necesidades de defensa brasileñas sin problemas.

Además de este producto, Brasil también se ha interesado por el avión YAK- 130.

Una apuesta por Chile

Otro de los grandes mercados de la región es del chileno, donde Rosoboronexport llegó a apalabrar el contrato para el suministro de helicópteros de uso múltiple. Un contrato que finalmente nunca se llevó a cabo. No obstante, Goreslavskiy ofreció al Gobierno chileno los productos de su conglomerado. “Podemos ampliar fácilmente su capacidad militar y otras actividades de carácter civil”, aseguró.

El gran proyecto al que Rusia pretende acceder actualmente en Chile es la construcción del nuevo rompehielos que necesita el Gobierno para labores antárticas y de mantenimiento de rutas hábiles en el sur.

Foto: Rosoboronexport