Bucarest ya ha firmado la carta de oferta y aceptación (LOA, por las siglas en inglés de este concepto) para la adquisición de 32 aviones de combate F-35. Este movimiento, formalizado el jueves 21 de noviembre, supone la incorporación del país al cada vez más amplio club de usuarios del caza de quinta generación de la estadounidense Lockheed Martin.
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el mes pasado al fin su decisión de aprobar la venta de estos aviones de combate F-35A a Rumanía. La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) norteamericana reveló entonces, al notificar la operación al Congreso del país para su aprobación, que el precio máximo que Washington estima por estos aparatos es de 7.200 millones de dólares, incluidos equipos y servicios relacionados. Son, al cambio actual, casi 6.900 millones de euros, lo que equivale a más de 215 millones por avión.
El Ministerio de Defensa de Rumanía apuntó hace unos meses que si la compra se formalizaba antes de cavar este año, la entrega del primer aparato podría llegar en torno a 2030. Para cubrir el hueco hasta ese momento, Rumanía ha estado reforzando su fuerza aérea con la adquisición de aviones de combate F-16, también estadounidenses, adquiridos de segunda mano inicialmente a Portugal (17 unidades) y posteriormente a Noruega (32 aparatos más).
Se trata del programa militar más caro de la historia del país, y no se limita a los 32 cazas iniciales, sino que también contempla la compra en una segunda fase de otros 16 más, de modo que se pueda completar una flota de 48.
Lo que se conoció hace unas semanas con el anuncia de la DSCA es que el Gobierno rumano solicitó, junto a los 32 aviones F-35A Lightning II Joint Strike Fighter y sus correspondientes 32 motores Pratt and Whitney F135-PW-100 más otro adicional de repuesto, elementos adicionales como cargadores de claves simples (SKL) AN/PYQ-10; equipos de identificación amigo o enemigo (IFF); equipos de misiles multipropósito; municiones y otros componentes de armas; servicios y equipos de apoyo a las aeronaves y la munición; tareas integración y soporte de pruebas y equipo; repuestos, consumibles y accesorios; mantenimiento y soporte de mantenimiento; sistemas informáticos integrados; datos de guerra electrónica; software; publicaciones y documentación técnica; capacitación de personal y equipos de capacitación; apoyo al transporte, y apoyo logístico, entre otros equipos y servicios relacionados. Todo ello compone los 7.200 millones de dólares estimados inicialmente por Estados Unidos, que deberá negociarse para alcanzar una cifra final, que dependerá de lo que finalmente se incluya en el pedido y los acuerdos a los que sean capaces de llegar las partes.
13 países europeos
De momento ya son 13 los países europeos que ya cuentan con el F-35 o bien están en vías de tenerlo. Cinco de ellos participan de hecho directamente en el programa liderado por EEUU de este avión de combate. Se trata de Reino Unido (74 unidades encargadas), Italia (90), Noruega (52), Países Bajos (52) y Dinamarca (27). Los otros ocho que también han optado por adquirir el modelo son Polonia (32), Grecia (40), Finlandia (64), Suiza (36), Alemania (35 en principio, aunque ya expresado su intención de adquirir ocho más y llegar así a los 43 aviones), Bélgica (34) y la República Checa (24), además de Rumanía (48).