El submarino nuclear británico HMS Audacious salió la semana pasada de las instalaciones que la compañía BAE Systems tiene en Barrow-in Furness, al noreste de Inglaterra, para preparar sus pruebas de mar. El buque se encuentra ahora en la base naval de HM Clyde, en Faslane (Escocia), desde donde tienen lugar las salidas para estas pruebas. Este movimiento estaba previsto inicialmente para 2018, y la entrada en servicio de la nave en la Marina Real Británica para el pasado verano. En estos trabajos se siguen ahora nuevos protocolos para poder proteger su salud, frente al actual embate del Covid-19, a la vez que se continúan con las operaciones previstas.
El Audacious fue botado en la primera mitad de 2017. El retraso en la entrega se ha producido pese a que esta unidad entró en el agua “en un estado de construcción más avanzado” que cuando lo hizo cada una de las tres unidades anteriores de la misma clase, según reveló entonces el director general de BAE Systems Submarines, Will Blamey. De momento aún no han trascendido los motivos concretos de la demora, más allá de que se debe a problemas de ingeniería no especificados. Se espera que el retraso también afecte a la construcción de la quinta unidad de la serie prevista de siete submarinos de la clase Astute, el HMS Anson, y que igualmente influya en los dos buques finales de la serie.
Antes del último contratiempo no especificado, del que se estima un retraso de año y medio adicional sobre el cronograma previsto, este programa de submarinos ya venía arrastrando varias incidencias que le llevaron a un importante incremento de costes y significativos retrasos. Los expertos lo atribuyen a la complejidad de su diseño y la pobre gestión de todo el proyecto, en el que trabajan más de 3.200 empleados. A raíz de estos contratiempos, entre 2004 y 2007, el Ministerio de Defensa británico firmó acuerdos de colaboración con General Dynamics Electric Boat y la Armada de EEUU para solventarlos, en una solución similar a la adoptada en España en su momento para corregir los problemas detectados en 2013 en los submarinos S-80.
El primer Astute fue asignado a la Marina en 2010, cinco años después de la fecha programada en origen. Las tres primeras unidades llevan los nombres de HMS Astute, HMS Ambush y HMS Artful.
Los Astute son los submarinos más avanzados de los construidos hasta el momento por el Reino Unido. Sus armas pueden acertar a objetivos a un millar de kilómetros de la costa y están equipados con “una capacidad de sonar líder mundial”, de acuerdo con la información divulgada por el fabricante. Cada uno de ellos desplaza 7.400 toneladas. Su eslora es de 97 metros y han sido diseñados para poder transportar misiles de crucero Tomahawk y Harpoon y torpedos Spearfish.
La tecnología de propulsión nuclear de la que están dotados estos buques les permite llegar a circunnavegar el mundo bajo la superficie del mar. Para ello generan el oxígeno que necesita la tripulación a partir del agua de mar y a medida que la nave avanza. Las autoridades británicas también destacan su capacidad para operar en secreto y sin ser detectados en casi cualquier circunstancia y a pesar de ser un 50 por ciento mayores que los submarinos de la clase Trafalgar actualmente en servicio dentro de la Royal Navy.
El programa de estos buques se estima en 11.000 millones de libras (Casi 13.800 millones de euros al cambio actual).