La experiencia australiana en el uso de aviones de combate F-35 ofrece una guía de lo que la adquisición de este modelo podría suponer para España, en caso de hacerse con algunas unidades. Es una de las opciones que se ha planteado en España para reemplazar al menos parte de la flota de cazas F-18 Hornet del Ejército del Aire, que son los aviones que Australia optó por sustituir con aparatos F-35A.
El grupo de expertos en política estratégica y de defensa con sede en Canberra ASPI (siglas en inglés de Instituto Australiano de Política Estratégica) estima que los costes de mantenimiento de los F-35 triplican los necesarios para realizar la misma labor sobre los F-18. El periódico local Canberra Times ha recogido estos datos en una pieza informativa en el que explica que los problemas de mantenimiento de los F-35 son tan serios que Estados Unidos se plantea recortar el número de aparatos previstos. En este contexto, añade la noticia, la defensa estadounidense ha optado recientemente por adquirir aviones F-15EX, con costes de mantenimiento notablemente más bajos, además de que puede operar más rápido, a mayor altitud, con mayor alcance y transportando más armas que el F-35. La baza principal de este último es su capacidad de realizar sus misiones con sigilo, sin ser fácilmente detectado. Esta es una característica especialmente interesante para Australia, aunque únicamente es posible si su armamento lo porta en el espacio habilitado para ello del interior del avión, porque las armas, y los tanques de combustible, que queden emplazadas bajo las alas sí dejan una señal fácilmente captada por los radares.
Otra dificultad que presenta el caza de quinta generación es su escasa disponibilidad. De acuerdo con las cifras recopiladas sobre el año fiscal 2019 por parte la agencia gubernamental estadounidense GAO, dedicada a realizar auditorías para el Congreso del país, la flota norteamericana de aviones F-35 es capaz de completar misiones durante el 31,6% del tiempo, mientras que el objetivo mínimo para el combate se mueve en el entorno del 60 al 65%. Dicho de otro modo, más de dos tercios de los F-35 no están disponibles.
España ha contemplado la compra de este modelo, de la versión de aterrizaje y despegue convencional (F-35A) para el Ejército del Aire para sustituir a sus antiguos F-18, y también ligada a una posible adquisición de F-35B para la Armada española, que a su vez reemplazarían, como único modelo posible, a los AV-8B Harrier II Plus. En la actualidad crece la opción del Eurofighter como principal posible sustituto de los F-18 del Ejército del Aire.