Los 15 aviones de combate Eurofighter de la Fuerza Aérea austriaca llevan camino de acabar prestando servicio para las Fuerzas Armadas de Indonesia. La carta que el ministro de Defensa de este país, Prabowo Subianto, envió el pasado julio a su homóloga austriaca, Klaudia Tanner, proponiendo la apertura de negociaciones para adquirir estos cazas ya ha tenido respuesta.
La ministra Tanner ha enviado ahora una misiva a Prabowo, fechada el 4 de septiembre, para “aceptar su interés en comprar 15 Eurofighter austríacos para modernizar su flota aérea y ahora lo examinaremos y evaluaremos con detalle”. En el texto, la política austríaca anuncia que sus “expertos se comunicarán con sus oficinas para aclarar preguntas más detalladas”. A partir de ahí, añade, “estaremos encantados de informarle del resultado una vez que se hayan completado nuestras evaluaciones”.
Defense Aerospace recoge la confirmación del portavoz de la ministra Michael Bauer (coronel) sobre la autenticidad del escrito. Además ha insistido en que su país está listo para comenzar las negociaciones sobre la venta de unos aviones que acumulan años de controversia en el país. Indonesia, por su parte, lleva un tiempo buscando un nuevo caza para su Fuerza Aérea.
Austria encargó en 2003 un total de 18 cazas Eurofighter por 2.000 millones de euros, aunque finalmente, tras renegociar el acuerdo un nuevo gobierno, las adquisiciones se limitaron a 15 aeronaves por 1.700 millones. El contrato inicial, suscrito por el entonces gobierno conservador en el poder, levantó desde el primer momento unas sospechas de irregularidades que llevó en 2006 a crear una comisión de investigación parlamentaria que acabó clausurada sin llegar a nada concreto.
Posteriormente, a finales de 2012, el Ministerio de Defensa comenzó a estudiar el caso para aclarar las sospechas sobre esta venta. Las autoridades austriacas afirmaron ese mismo año que si se descubrían prácticas corruptas podría acabar pidiendo la rescisión del contrato y la correspondiente devolución de los aviones. De acuerdo con la investigación ministerial, el perjuicio denunciado podía haber llegado a cuantificarse en 1.100 millones de euros.
El Ministerio de Defensa del país demandó en febrero de 2017 a Eurofighter Jagdflugzeug GmbH y Airbus, del que la primera empresa es su principal accionista, por supuesto fraude en la venta de cazas de este modelo destinados a la Fuerza Aérea del país. Airbus consideró entonces que esas reclamaciones, presentadas ante el juez 16 años después de la licitación y ocho años tras la entrega de la última aeronave, parecían “disparatadas y con una motivación política”.
En 2018 los tribunales impusieron una “sanción administrativa” de 81,25 millones a Airbus Defence and Space por “incumplimiento no doloso de las obligaciones de supervisión” en la venta de los 15 aviones a Austria en 2003.
A raíz de estas investigaciones, y al considerar que resultan demasiado caros para las necesidades del país, el Gobierno austriaco se ha estado debatiendo si mantener su flota de Eurofighter, con el consiguiente gasto necesario en mejoras, o sustituirla por nuevos cazas, probablemente Gripen, de la sueca Saab.
El Eurofighter, desarrollado con financiación británica, alemana, italiana y española, supone el mayor programa militar de Europa. En él intervienen en torno a 100.000 trabajadores pertenecientes a unas cuatrocientas compañías lideradas por Eurofighter Jagdflugzeugn, empresa conjunta de Airbus, que posee el 46 por ciento del total, la británica BAE Systems, con el 33 por ciento, y la italiana Leonardo, dueña del 21 por ciento restante. Este complejo es el encargado de atender el pedido total de 600 aviones comprometidos.