López Calderón, un marino con amplia experiencia en operaciones al frente del Emad

Después de casi cuatro años al frente de la Armada, el almirante general Teodoro López Calderón de 66 años pasará a dirigir del Estado Mayor de la Defensa (Emad). El Consejo de Ministros aprobó este martes su nombramiento y mañana jueves tomará posesión en la sede del Ministerio de Defensa en el paseo de la Castellana en Madrid.

López Calderón regresa como Jemad a un órgano de sobra conocido para él, que dejó en marzo de 2017, cuando ocupaba el puesto de comandante del Mando de Operaciones (Mops), y al que probablemente no entraba ya en sus planes volver y menos como Jemad. Pero todo ha cambiado en cuestión de días.

El sábado dimitió el general del aire Miguel Ángel Villarroya, tras su polémica vacunación de la Covid, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha optado por cubrir lo más pronto posible un puesto clave dentro de estructura de las Fuerzas Armadas.

Robles apuesta por un marino con una dilatada experiencia en operaciones. Su currículum habla por sí solo. Durante casi cuatro años y medio, entre agosto de 2012 y marzo de 2017, dirigió el Mando de Operaciones, responsable de las misiones de las Fuerzas Armadas, tanto dentro como fuera de España. En este mando, además, ha ocupado los cargos de jefe del Estado Mayor y adjunto para Operaciones al jefe de Estado Mayor.

Pero su bagaje en el ámbito operacional no termina aquí. En la mar, ha estado al mando de la Agrupación Permanente número 2 de la Alianza Atlántica, que compaginó con el mando de las unidades de superficie que ejecutaban la operación Active Endeavour.

El almirante no estaba entre los favoritos de las quinielas debido, sobre todo, a su edad, este año cumple 67 años. Un factor que no ha sido tenido en cuenta por la ministra. Robles ha continuado la línea marcada en otros nombramientos y ha elegido a una persona próxima, con la que ha trabajado estrechamente desde su llegada al departamento hace dos años y medio.

La titular de Defensa ha seguido también la tradición que marca que los Ejércitos y la Armada rotan al frente del Estado Mayor de la Defensa. De acuerdo con esta norma no escrita, después de un Jemad del Ejército del Aire es el turno de uno de la Armada. La dimisión de Villarroya apenas un año después de su toma de posesión ha hecho que se planteará la opción de que repitirá como Jemad un general de la Fuerza Aérea. Sin embargo, la ministra ha decidido continuar con el orden establecido.

López Calderón ha estado casi cuatro años como almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, en los que han salido adelante programas fundamentales para el futuro de la Armada española como los submarinos S-80 o las fragatas F-110.

Principales retos

A partir de ahora, como Jemad, tiene por delante el reto de garantizar el correcto funcionamiento de la veintena de misiones de las Fuerzas Armadas, en las que están desplegados unos 2.900 militares, en un momento difícil a causa de la pandemia del coronavirus. Dentro de España, el Emad coordina además la operación Baluarte contra el Covid.

Tras la promulgación el pasado mes de agosto de la Directiva de Defensa Nacional, el Emad también está inmerso un nuevo ciclo de planeamiento de la Defensa, que podrá el foco en el recurso del personal; la revisión y actualización de los Objetivos de Capacidades Militares; y la determinación de los esfuerzos militares a sostener en tiempos de crisis, tanto en misiones y operaciones en el exterior, como en las misiones permanentes de las Fuerzas Armadas en los espacios de soberanía e interés nacional.

El jefe del Estado Mayor de la Defensa ejerce, bajo la dependencia de la ministra de Defensa, el mando de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas y el mando del Estado Mayor de la Defensa, cuyos principales órganos son el Estado Mayor Conjunto (Emacon), el Mando de Operaciones (Mops), Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Cifas), el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE) y el Centro Superior de Estudios de la Defensa (Ceseden).