Ya se están moviendo piezas para que la OTAN cuente en 2035 con un nuevo helicóptero polivalente de tamaño medio. Y las empresas comienzan a tomar posiciones. En este contexto se encuentra la propuesta que el director de Política de Productos y Estrategias de Airbus Helicopters, Jerome Combe, hizo a primeros de año a la firma italiana Leonardo para unir esfuerzos de cara al programa de capacidad de helicópteros de próxima generación (NGRC, por sus siglas en inglés), presentado por cinco países europeos el pasado noviembre. Y también en este marco se encuentran los planes liderados por la OTAN para el desarrollo de una aeronave de este tipo a lo largo de los próximos 15 años, para la que cuentan igualmente con importantes posibilidades las estadounidenses Sikorsky y Boeing, que el pasado enero dieron a conocer su oferta conjunta para la competencia de futura aeronave de asalto de largo alcance (FLRAA) del Ejército de los Estados Unidos.
Con este enfoque se augura una competición en el sector protagonizada por las compañías estadounidenses y europeas del sector, en el que se deberá dilucidar de qué lado del Atlántico será el producto que alcance el éxito. De momento, Alemania, Francia, Grecia, Italia y Reino Unido ya se han comprometido a lanzar un programa conjunto (el citado NGCR) con el horizonte puesto en el final del ciclo de vida de numerosos helicópteros actuales “en el período 2035-2040 y más allá, con la consiguiente necesidad de reemplazos”.
El cronograma prevé la firma de un memorando de entendimiento en 2022, al que España y Países Bajos han expresado interés en unirse, según la información publicada por Defense News, que cita a funcionarios de la OTAN.
De momento, la iniciativa aún está en una fase de diseño, y prevé convocar un día de la industria a mediados de septiembre en la sede de la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA) en Luxemburgo. Ese evento, añade la fuente, apenas busca de momento recopilar información, sin llegar a solicitar todavía ofertas, si bien la NSPA ya ha apuntado varios características necesarias para la futura aeronave.
Lo que ya se vislumbra es un helicóptero que deberá poder ser opcionalmente no tripulado y pilotado remotamente, con una filosofía modular y dotado de sistemas abiertos que permitan actualizaciones digitales con fluidez y rentabilidad. Entre sus capacidades, su alcance deberá superar, sin reabastecimiento, los 1.650 kilómetros y ocho horas de resistencia, y tendrá que poder transportar entre 10 y 17 toneladas. Su diseño deberá permitirle cumplir distintas misiones, como operaciones especiales, búsquedas y rescates y evacuaciones médicas, y tendrá que estar preparado para aterrizar en cubiertas.
La idea también pasa por desarrollar un único fuselaje para las tres variantes del futuro aparato (terrestre, aérea y naval), aunque en este punto la NSPA muestra más flexibilidad para no obcecarse en un único diseño si eso plantea problemas.
De momento también ha trascendido que el costo ideal de cada aparato no debería exceder de 35 millones de euros y el precio de cada hora de vuelo rondar los 5.000 euros, y en ningún caso superar los 10.000, aunque estos datos se concretarán más adelante.
En palabras de un funcionario de la OTAN, recogidas por el citado medio, “Estados Unidos está estrechamente asociado con el esfuerzo de NGRC, para asegurar la máxima compatibilidad entre los programas de NGRC y FLRAA”. De momento se trata de dos iniciativas independientes, si bien buscan unos mismos requisitos.
Para el analista Ray Jaworowsky, de la proveedora de estudios de mercado estadounidense Forecast International, se trata de “una situación interesante porque son dos programas con marcos temporales muy similares, esencialmente considerando casi exactamente el mismo requisito: un helicóptero utilitario en la clase Black Hawk [estadounidense] o NH90 [europea]". El diseño que gane el programa FLRAA, apunta Jaworowsky, será uno de los principales candidatos al programa de la OTAN, si bien los países que ya se han comprometido en el NGRC tratarán de presionar para que sus industrias locales desempeñen un papel importante en el proyecto.
Un informe de Fortune Business Insights de agosto de 2020, citado por Defense News, estima que el negocio mundial de helicópteros superará los 68.000 millones en 2027, lo que supone 20.000 millones más que la cifra registrada en 2019. En todo caso, los aparatos militares únicamente representan un tercio de las ventas totales de 2019, aunque el informe contempla en este ámbito oportunidades, teniendo en cuenta que se están incrementando los presupuestos de defensa en países de todo el mundo, en medio de crecientes disputas transnacionales y esfuerzos para modernizar las capacidades.