Las costuras que desde hace años están configurando una defensa europea más coordinada llevan camino de descoserse por el lado británico a cuenta del Brexit. Acuerdos de cooperación militar e industrial como los que París y Londres suscribieron en 2010 dentro de los llamados Tratados de Lancaster House, y que ambos confirmaron el mes pasado, pueden perder su potente efecto simbólico, como mínimo, si no se alcanza a última ahora un buen pacto de salida de Reino Unido de la Unión europea, lo que cada vez parece más difícil.
De momento Reino Unido ya ha anunciado la movilización de cuatro patrulleros de 80 metros de eslora de la Royal Navy (Marina Real británica) para defender las aguas del país de la presencia de barcos pesqueros de la Unión Europea. En la actualidad, la zona económica exclusiva (ZEE) de Gran Bretaña está abierta a embarcaciones de los países de la Unión, en buena parte franceses, que faenan tradicionalmente en algunos espacios.
Si no se encuentra una solución alternativa, a partir del nuevo año, la Armada británica patrullará la zona y “abordará barcos franceses y arrestará a pescadores”, como recoge este domingo un titular del afamado rotativo local The Sunday Times. En el interior de la noticia se aclara que la policía de la Marina Real tendrá el poder de arrestar a pescadores franceses y de la Unión Europea en general “que entren ilegalmente en aguas británicas en caso de un Brexit sin acuerdo”. Para poderlo hacer, el Gobierno de Reino Unido está preparando una legislación que permita a la policía naval contar con los poderes suficientes como para abordar pesqueros extranjeros y arrestar a sus tripulaciones. También podrán incautar los propios buques si se aventuran al Canal de la Mancha, apunta el dominical.
Los buques que se encargarán de la misión serán cuatro unidades de la clase River de la Royal Navy. Se trata de unas naves de entre 1.700 y 2.200 toneladas de desplazamiento, dependiendo de si se trata del primer lote o el segundo de los ocho barcos de la clase que se han construido para dar servicios a Londres desde principios de siglo. Las armadas de Brasil y Tailandia se reparten cinco unidades más de esta clase, y Bahréin cuenta en la actualidad con uno de los ocho fabricados originalmente para Reino Unido, que le fue finalmente transferido. En la actualidad existe una embarcación de la misma clase más realizando su periodo de pruebas de mar, tras la que prestará servicio también en la Royal Navy.
La eslora de los River del lote 1 se aproxima a los 80 metros, mientras que los del segundo supera los 90. La velocidad máxima de los barcos oscila entre los 20 y los 25 nudos (entre 27 y 46 kilómetros por hora) dependiendo del lote. El armamento de ambos tipos también difiere. Las unidades del primer lote van dotadas de un cañón Oerlikon de 20 mm y dos ametralladoras de propósito general, mientras que las del lote 2 montan un cañón Bushmaster de 30 mm, dos ametralladoras rotativas M134 Minigun y otras dos de propósito general.
Los cuatro buques asignados a defender las aguas británicas frente a los pesqueros de la UE controlarán ZEE de Reino Unido, que puede extenderse hasta 200 millas (320 kilómetros) de la costa británica. La Royal Navy estará desde el 1 de enero preparada para evitar posibles enfrentamientos en la zona entre pesqueros de la UE y británicos, según ha anunciado el Ministerio de Defensa del país.
La movilización de estos barcos lleva tiempo gestándose, según ha publicado el periódico británico The Guardian, citando fuentes próximas al operativo. El medio recuerda que el gobierno del primer ministro Boris Johnson ya ordenó duplicar la flota total de patrulleras, para que pasase de cuatro a ocho en caso de que se acabase aplicando un Brexit duro por falta de acuerdo con la Unión Europea. En todo caso, las medidas previstas contra los pesqueros que puedan violar el espacio británico a partir de enero no incluye el disparo de armas, ni siquiera con fines disuasorios, sino que se limitarán a aproximarse a las naves y abordarlas pacíficamente, según las fuentes recogidas por el diario.