El teniente coronel Juan José Terrados es el jefe del Grupo de Fuerzas Aéreas RPAS del Ala 23 ubicada en la base extremeña de Talavera la Real (Badajoz). Terrados, piloto de F-18 y con experiencia como instructor en la Escuela de Caza y Ataque, ha liderado todo el proceso de implantación del RPAS Predator B en el Ejército del Aire. En una entrevista a Infodefensa, el teniente coronel explica cómo han sido los primeros meses de operación con este sistema y cuáles serán los próximos pasos.
¿Qué balance del inicio de las operaciones con el Predator?
El sistema llegó a finales de 2019. Durante el primer año nos hemos dedicado a realizar las pruebas funcionales del sistema. Una vez finalizadas, el sistema fue transferido al Ejército del Aire el pasado mes de febrero. Desde entonces, comenzaron nuestras tareas de entrenamiento periódico para realizar los planes de adiestramiento básico tanto de las tripulaciones -el piloto y el operador de sensores- como el personal de mantenimiento. A día de hoy, podemos apreciar que es un sistema con unas capacidades muy importantes, que se incorporan a las Fuerzas Armadas, que estaban deficitarias de ellas.
Recientemente, el Predator ha participado por primera vez en un ejercicio, en concreto, el Sirio, ¿cómo ha respondido el RPAS?
La participación ha sido muy interesante. Gracias al escenario establecido por el Mando Aéreo de Combate hemos sido capaces de completar nuestro adiestramiento al participar conjuntamente con otras unidades en las que en el planeamiento día a día no es posible hacerlo. Estamos muy satisfechos de nuestro desempeño durante el ejercicio, es una ocasión única para las tripulaciones y el personal de mantenimiento, y ya estamos esperando el siguiente.
¿Qué planes de ejercicios o despliegues tiene para lo que queda de año?
De momento no hay nada planeado. Seguimos con el adiestramiento básico regular de la unidad. Habrá pequeños ejercicios y misiones coordinadas con otras unidades, pero nada de la envergadura del ejercicio Sirio.
¿Cuándo está prevista alcanzar la capacidad operativa final?
La cuestión de la capacidad operativa puede ser engañosa. Ya ahora mismo tanto las tripulaciones como el personal de mantenimiento, por competencias, como la aeronave, podrían realizar misiones de alta complejidad. Lo que sucede es que se marcan unos objetivos temporales que se deben cumplir para alcanzar. Uno de los requisitos o hitos para alcanzar la capacidad operativa final es el despliegue y empleo de las instalaciones en Lanzarote y otro es realizar la instrucción en el simulador en territorio nacional. Pero, insisto, hoy por hoy ya somos capaces de efectuar todas las misiones que este sistema de armas puede realizar.
¿Cómo marcha el proceso de formación del personal?
A día de hoy ya somos capaces de entrenar al personal de mantenimiento, ya no existe la necesidad de realizar un curso inicial en Estados Unidos. No sucede así con las tripulaciones. De momento, hasta que se adquiera el simulador de vuelo, las tripulaciones de vuelo deben seguir haciendo un curso inicial de en torno a unos diez meses de duración en Estados Unidos. Una parte se realiza en la base aérea de Creech en Nevada y la otra en la base aérea de Holloman en Nuevo México.
¿La unidad dispone ya de todo el personal necesario?
Respecto a las tripulaciones, todavía deberían incrementarse en torno a un tercio más de lo que disponemos y el personal aumentar sobre dos tercios más para estar en torno a las 100 personas en total en la unidad cuando lleguemos a la capacidad final operativa.
¿Qué capacidades aporta el Predator B al Ejército del Aire y a las Fuerzas Armadas?
El rol principal de este sistema de armas es inteligencia, vigilancia y reconocimiento y, para ello, cuenta con dos sensores principales. Por un lado, está el MTS Bravo, un sensor que posee tres cámaras, una infrarroja, una de baja visibilidad y una de visibilidad normal. Además, dispone de dos dispositivos láser que pueden servir para marcar objetivos, localización de coordenadas o guiar armamento de otro sistema de armas. La verdad es que tienen una capacidad enorme. Las tres cámaras ofrecen gran exactitud. Las imágenes y el vídeo se retransmiten en tiempo real al órgano de decisión que se considere. El otro sensor es el radar de apertura sintética que lo que hace básicamente es captar una fotografía del terreno. Con estos dos sensores principales las misiones son múltiples, las ya comentadas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento desde la perspectiva puramente militar, aunque también son aplicables a las denominadas misiones de apoyo a la acción del Estado. Este sistema podría utilizarse en caso de catástrofe, para evitar tráficos ilícitos, en temas de inmigración o en extinción de incendios. Son múltiples los empleos.
¿Cómo marchan los trabajos de implantación de las nuevas infraestructuras?
La instalación en la base aérea de Talavera está prácticamente finalizada. Pronto estará disponible el nuevo hangar para su uso. En Lanzarote, la última información de la que dispongo es que en el mes de septiembre las instalaciones podrían estar disponibles.
¿Qué me puede contar sobre la posibilidad de armamento de este sistema?
La decisión de armarlo o desarmarlo no está en mi mano. Pero si le puedo comentar que técnicamente es posible armarlo. Habría que adquirir cierto equipamiento y hacer alguna modificación de software. El MQ9 Predator puede llevar bombas de pequeño tamaño guiadas láser y misiles de ataque aire superficie.