Durante el último año el mercado global de helicópteros ha experimentado una caída generalizada, especialmente en el sector civil. En el ámbito militar, la cada vez mayor demanda operativa muestra un descenso menos acusado pero muy condicionado a la evolución de los presupuestos de defensa que siguen contraídos en la mayor parte de los países occidentales. La demanda es importante pero la situación obliga a proporcionar sistemas suficientemente avanzados pero no demasiado costosos ni de adquirir ni de mantener.
En general, todos los grandes fabricantes acusan el descenso en el mercado. Los dos grandes fabricantes europeos Leonardo Helicopters y Airbus no son ajenos a esta situación, lo que plantea un interrogante sobre la evolución de la industria europea en este segmento. Tanto estas compañías como Bell y Sikorsky, acusan la cada vez mayor competencia en mercados emergentes que plantean otros países. Especialmente significativo es el caso de Rusia que ha conseguido contratos importantes en Egipto, Argelia o India.
Airbus Helicopters continúa liderando mercado civil. Su presencia en China, que constituye el mayor mercado potencial civil a nivel mundial es significativa, y ha establecido allí una línea de montaje. Las declaraciones de un alto responsable de la compañía de que Airbus Helicopters tiene que “militarizarse” indican que el mayor volumen de negocio futuro se contempla en el mercado militar. Unas declaraciones que contrastan con la reducida actividad de Airbus en Farnborough. El balance de 2015 de Airbus Helicopters muestra un incremento de los ingresos de un 4%. Sin embargo, la cifra de pedidos disminuyó un 13%. En 2015 entregó 395 helicópteros frente a 471 en 2014, un 15% menos, y recibió pedidos por 383 unidades frente a 402 en 2014, un 5% menos. La tendencia muestra una reducción tanto en los ritmos de producción como en la cifra de pedidos a largo plazo.
Desde el punto de vista de la demanda militar, la mayoría de los países han establecido planes específicos que permitan satisfacer dicha demanda y proporcionar un horizonte a la industria. El Reino Unido plantea la modernización de su flota de Chinook, la compra de 50 Apaches, la modernización o renovación de sus flotas de Superpuma y la sustitución por un nuevo modelo común de sus flotas de Merlin y Wildcats en el horizonte 2040. Francia está estudiando la introducción de mejoras en sus helicópteros Tigre para evolucionar a una versión Mk3 y la sustitución de sus helicópteros ligeros y medios en los tres Ejércitos a través de un futuro programa de “helicoptèreinterarméesléger”, del que pudiera iniciarse su proceso de adquisición en 2020. En Alemania la creación de la División de Reacción Rápida ha planteado la necesidad de disponer de una plataforma pesada para sustituir a los CH53. Una de las opciones de sustitución es el Chinook, y aunque no se descarta la opción V22 se considera demasiado cara tanto como opción de compra como en cuanto a sostenimiento en servicio. Por su parte, Polonia, que hace unos años había abordado un ambicioso plan, está reconsiderando las opciones de renovación de flotas, lo que podría afectar a Airbus en favor de Sikorsky.
Los planes presentados por el Ministerio de Defensa español contemplaban actuaciones en diferentes ámbitos que fundamentalmente implicaban la consideración de Airbus Helicopters como socio industrial preferencial. La dotación del plan permitiría no solo una modernización y renovación de la flota de helicópteros de las Fuerzas Armadas sino además un impulso importante para el polo industrial creado en torno a la planta de Albacete. Por no mencionar el efecto tractor sobre otros sectores.
Recordemos que la creación de la entonces Eurocopter España estuvo muy ligada a los programas NH90 y Tigre y a la dotación de helicópteros para el Ministerio del Interior. Estos últimos tuvieron que reconducirse para dotar al Ejército de Tierra con parte de las unidades fabricadas. En cuanto al programa Tigre español más allá del marco actual no parece probable que las necesidades vayan más allá de las 18 unidades contratadas. El programa NH90 reconducido en 2012 ha sufrido una reducción en cuanto al número de unidades del programa y aunque la demanda operativa siga siendo alta, las nuevas fases están condicionadas a las posibilidades del Ministerio de Defensa, ciertamente reducidas.
La apuesta estratégica de dotar a España de capacidad industrial en helicópteros necesita continuidad en las inversiones puesto que desde el punto de vista industrial la realidad obliga y debe ajustarse a las previsiones reales de carga de trabajo. En un marco global en el que Airbus está reorientando su actividad industrial, la falta de capacidad financiera para satisfacer la demanda interna española pudiera poner en cuestión el futuro de la planta de Albacete a largo plazo.