Ante el lanzamiento del Paz

Un informe publicado en octubre de 2017 por el Center for a New American Security (CNAS) con el título A Space Policy for the Trump Administration aseguraba que los Estados Unidos se encuentran en materia espacial en un momento clave para el futuro. Comparaba la situación con la que se vivió en los años centrales del siglo XIX, cuando desde Washington se apoyó lo que las películas de Hollywood han dado a conocer como 'la conquista del oeste'. El CNAS reclama un impulso decidido desde la Administración para dar el salto a la conquista del espacio, partiendo de la premisa de que la actividad del Gobierno es condición indispensable para propiciar la iniciativa industrial y el desarrollo tecnológico en un sector con importante efecto tractor sobre otros como es el espacial.

Salvando las distancias, el próximo lanzamiento del satélite Paz nos permite ver con cierto optimismo la situación española en un momento igualmente importante. Las dificultades de la crisis, y las atravesadas por el programa en los últimos dos o tres años, notablemente ligadas a un aspecto estratégico como es la disponibilidad de lanzadores, no han sido obstáculos para continuar con un proyecto que es esencial para la seguridad española y que supone dar un salto cualitativo en un camino iniciado hace más de medio siglo. El Paz es una prueba de lo que las políticas establecidas con visión a largo plazo pueden conseguir a pesar de las dificultades coyunturales.

En el momento actual se está viviendo una competición por la conquista del espacio a la que alude el CNAS en su informe. Notablemente Rusia, Estados Unidos y China están en esa carrera en la que Europa no está, ni debe estar, ajena. España es una pieza fundamental en el desarrollo de los objetivos de la política espacial europea y para estar en Europa se debe continuar impulsando la actividad en el espacio, tanto a nivel nacional como internacional, en sus diferentes componentes.

En materia de observación el Paz proporciona autonomía estratégica y libertad de acción. Dispone de unas capacidades radáricas que nos sitúan en primera línea europea y que se complementarán con las capacidades ópticas que en el futuro inmediato proporcionará el satélite Ingenio. Las capacidades en materia de observación vendrán acompañadas por otras en materia de comunicaciones, si finalmente se materializan en el futuro a corto plazo las inversiones que se necesitan en este ámbito.

El protagonismo español en iniciativas multinacionales en el campo de las comunicaciones vía satélite debe ser un objetivo prioritario e irrenunciable. En otros ámbitos como posicionamiento o vigilancia y seguridad en el espacio España está jugando un papel protagonista y abordando iniciativas que requieren continuidad y en las que se está trabajando de forma muy activa y coordinada entre agentes públicos y privados. Una cooperación que es siempre necesaria pero que quizás lo sea aún más en proyectos con significado componente estratégico en la acepción más amplia del término.

El modelo español de prestación de servicios a través de un operador de referencia se ha mostrado como un modelo de éxito que es posible exportar a otros países. Desde el punto de vista industrial y de desarrollo tecnológico, la posición española permite contar con socios industriales fiables y de primer nivel mundial, sin olvidar el papel de todo un conjunto de pymes que quizás requieran un poco más de atención desde las instancias oficiales.

En el ámbito de la defensa tras algunas dudas surgidas en el pasado reciente durante el año de gobierno en funciones en cuanto a los objetivos a plantear, no parece que existan dudas en la necesidad de contar con capacidades lo más autónomas posibles, sin perjuicio de que se pueda, al mismo tiempo, participar en diferentes iniciativas multinacionales.

Debemos por tanto saludar el lanzamiento del Paz como un paso importante para consolidar y potenciar las capacidades nacionales en materia espacial a las que se debe dar continuidad. Porque, y volvemos al informe del CNAS, no estar en el espacio no es tan solo depender de otros sino que significa no estar en el futuro.