La edición del foro Infodefensa de 2017 centra su atención en dos factores que están íntimamente ligados como son las perspectivas de futuras inversiones y la capacidad de creación de empleo del sector industrial de defensa.
A través de tres preguntas concretas se pretende analizar una situación que en el momento actual se encuentra en un punto quizás decisivo para la próxima década: ¿qué políticas a largo plazo se pueden establecer para impulsar el empleo y la inversión?, ¿Cómo impulsar uno de los sectores industriales más eficientes? y ¿Cómo queremos que sea nuestra industria en el futuro?
Los objetivos políticos a largo plazo, el establecimiento de medidas de impulso y la definición del modelo industrial son efectivamente los factores que condicionaran la posición de la industria de defensa española en las próximas décadas.La respuesta a estas cuestiones la puede dar el análisis de algunas noticias que han aparecido estos mismos días.
En el ámbito de las políticas es esencial mirar hacia el futuro. Tenemos que definir donde queremos y donde podemos estar dentro de 10, 20 o 30 años. El anuncio del próximo lanzamiento del satélite PAZ es un caso claro de un ámbito, en el que gracias a una política claramente establecida, España pretende mantener una posición de privilegio y liderazgo a nivel europeo con una capacidad que proporciona autonomía estratégica en los planos industrial y operativo.
Se trata de un caso materializado gracias a medidas de impulso desde la administración en los ámbitos de fomento a la innovación y al apoyo exterior, y que se han acompañado con inversiones y la definición de un modelo industrial propio. Un caso que no es único. Navantia está en carrera para competir por contratos en el exterior para clientes tan exigentes como la US Navy, gracias al apoyo del Ministerio de Defensa y de la Armada. El propio presidente de Santa Bárbara ha señalado en el reciente congreso de Cesur la importancia de los programas nacionales para los recientes éxitos de la empresa en programas europeos
. En otro orden de cosas, el reciente congreso Desei+d celebrado en la Academia de Infantería en Toledo, ha mostrado la intensa actividad de la comunidad investigadora de defensa española y la importancia de mantener foros de encuentro que plantean la importancia de la colaboración entre investigadores, empresas y usuarios para establecer medidas de cooperación que van más allá de la financiación pura y dura. No se trata solo de dinero sino de abrir las puertas de los cuarteles para fomentar una colaboración que es muy necesaria. Ejemplos como las iniciativas concretas en el ámbito de los RPAS que ha materializado la DGAM en los últimos tres años, pueden marcar un camino con inversiones modestas pero acompañadas de otras medidas que igualmente fomentan el desarrollo industrial. Unas medidas que luego hay que materializar en adquisiciones a través de programas concretos.
No se trata solo de proporcionar más fondos. Hay que aprovechar los instrumentos disponibles tanto a nivel nacional como internacional. Efectivamente Europa es el terreno de juego del que dependerá nuestro modelo industrial, como también han puesto de manifiesto el Sedef y otras autoridades del Ministerio en otro encuentro reciente. El Secretario ha manifestado que el futuro de la industria vendrá de la mano de la colaboración. Algo que es evidente y seguro que muy cierto. Pero España tiene que colaborar desde una posición de ventaja porque puede, quiere y debe.
Para ello hay que definir un modelo, marcar objetivos, y actuar para conseguirlos.