Las guerras del Covid
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Las guerras del Covid

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(Especial CEEAG para Infodefensa) Para nadie es un misterio que la pandemia del Sars o Covid-19 es la que llena la atención y las páginas de los medios, sin embargo, en países que ya estaban experimentando una guerra, como Siria, Libia, Yemen e Irak, el coronavirus sólo ha contribuido a intensificar la guerra ante el aumento de la debilidad política y la incertidumbre que genera la pandemia.

Los estados están destruidos, el poder fragmentado y las profundidades de las causas de aquellas guerras se pierden en el tiempo, por lo tanto, es necesario descubrir qué sucede. Para ello, recurrir a Hobbes (1989) es útil, ya que señala que en la naturaleza del hombre existen causas de disensión como la desconfianza, la competencia y la gloria, factores que, sin duda, están en aquellas fuerzas fragmentadas que combaten y que compiten a través de la violencia. Hobbes plantea que esa violencia es para hacerse de otros hombres, de sus mujeres, de sus hijos y de su ganado, nada lejos del calado de las guerras en Yemen; también por la desconfianza que les ofrece quién está gobernando o la posibilidad que otro distinto en religión o etnia sea quién gobierne. Quién alcance ese poder, sin duda alcanzará la gloria de Hobbes y, para ello, existe sólo un elemento que puede impedir el sueño, más violencia.

En este tenor, Clausewitz (1960), plantea que la tensión hostil no puede darse por terminada hasta que la voluntad del enemigo no haya sido sometida, y el ejemplo de la validez de esta lección está en el informe que entrega la ONG International Crisis Group donde señala que los grupos en conflicto han intensificado su confrontación en espacios que antes de la pandemia tenían una estabilidad relativa y hoy combaten hasta por el control de los hospitales e insumos para el apoyo de la población frente a esta crisis sanitaria.

Siguiendo la sentencia de Clausewitz, en Irak el grupo Estado islámico ha aprovechado para rearmarse y recuperar regiones que habían perdido en el norte del país, situación que hace proyectar la continuación de las guerras a pesar del Covid-19, y que paradójicamente cubre sus acciones de la atención del mundo que enfrenta directamente la pandemia.

En Libia, existe una abierta lucha por el poder entre las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar y las fuerzas del Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), lideradas por el primer ministro Fayez Sarraj (reconocido por la comunidad internacional). Ello da cuenta de lo que plantean Sheehan y Wyllie (1991), respecto a que: la estrategia une el poder a sus objetivos; que la cruenta lucha por el poder está marcada por los combates que le dan sentido a la búsqueda del propósito de la guerra, como señala Clausewitz en sus lecciones de “De la Guerra”; y, que su dispersión e intereses involucran a su vecino Egipto, a Rusia que intenta consolidar una posición como tutor en el área y a Turquía, involucrada por ser quién recibe a los desplazados de Libia, porque tiene su propio conflicto con los kurdos y las lealtades político-religiosas de los combatientes y milicias que se mueven en el escenario del conflicto de la primavera árabe, también utilizan su territorio para sus movimientos.

Estas milicias cambian muchas veces sus lealtades; en Trípoli funciona la llamada Fuerza de Protección, formada en diciembre de 2018, e integrada por cuatro milicias clave: los revolucionarios de Trípoli, las fuerzas de seguridad central de Abu Salim, el batallón Nawasi y las fuerzas especiales de disuasión (BBC, 2019). Existe la Brigada Salah al- Burki, que no reconoce al gobierno pero que está dispuesta a enfrentar a Haftar debido a convicciones ideológicas-religiosas; y, sumado a ello, se encuentra la gran cantidad de armas saqueadas de los almacenes de Gadaffi al momento de su muerte.

En síntesis, el Covid-19 afectó a las guerras actuales, transformándose en un factor más de desesperanza para las víctimas, y con un devastador efecto sobre una población que no tiene a ese Leviatán de Hoobes, capaz de protegerla y evitar que el hombre sea el lobo del hombre.

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