Estados Unidos podría vetar el uso -o venta- de componentes, sistemas o tecnología militar fabricados en esa nación en caso de que vayan a ser empleados en la producción de aviones de combate del tipo Saab Gripen JAS 39 E/F, que a su vez vayan a ser vendidos a Colombia.
Esta decisión se motivaría luego de una reciente visita de funcionarios del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) a los Estados Unidos, en donde -entre varios temas de cooperación bilateral tratados- se habría indagado sobre las probabilidades de que la nación norteamericana no objetará la venta de sistemas de uso militar en caso de que Colombia adelantará una negociación con Suecia en torno al Gripen, según ha podido confirmarlo Infodefensa.com a través de fuentes diplomáticas.
Estas conversaciones habrían generado un fuerte malestar en el gobierno estadounidense, pues no se entendería porque funcionarios públicos colombianos ajenos (por competencia) al proceso de renovación de la flota de cazas, hubieran adelantado este tipo de gestiones, sobre todo con el antecedente de la reactivación por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos -hace tan solo tres meses- de la investigación judicial por sospecha de sobornos en la compra de los Gripen para la Fuerza Aérea del Brasil.
Controversia por Offset
Adicionalmente a lo anterior, habría otra serie de indicadores que se estarían presentando en la negociación -que no serían justificables para el gobierno estadounidense-, entre ellos las reuniones celebradas en torno a los Offset en los que participaría el Dapre, dado que este departamento no hace parte de los procesos que se adelantan o se han adelantado para la compra de sistemas de defensa estratégicos.
En este sentido las fuentes consultadas por este diario han asegurado que estas acciones habrían sido calificadas como incorrectas, tanto por los mensajes trasmitidos, así como por las personas enviadas para ello, lo que a su vez motivaría una posible consulta al futuro secretario de Estado, Marcos Rubio, frente a este proceso y a instancias de medios periodísticos colombianos.
Cabe recordar que en medio de las negociaciones el Gobierno estadounidense ha sido enfático en su posición de cero tolerancia a actos o propuestas que supongan corrupción, realizando todas las negociaciones sobre la mesa y negándose a entablar diálogos con funcionarios con aparentes intereses personales en el proceso, asegurando también denunciar ante cortes federales cualquier acto de corrupción que afecte de manera desleal o ilegal sus intereses.