La empresa estatal Construcción de Viviendas para la Armada Empresa del Estado (Coviara), que depende del Ministerio de Defensa de Argentina, terminó de construir un edificio de 175 viviendas en Buenos Aires destinadas a civiles y militares de las Fuerzas Armadas y de la propia cartera, el más grande de este tipo que ha construido la entidad en sus 50 años de historia.
Desde sus orígenes, la firma pública ha puesto en marcha la construcción de este tipo de apartamentos con un mismo objetivo: que accedan a ellos quienes trabajan en Defensa y no pueden permitirse uno en propiedad, ya que el precio de los inmuebles es un 15% menor al valor del mercado.
"Nuestro estatuto se centra en hacer viviendas de carácter social", declara a Infodefensa.com el presidente de Coviara, contraalmirante Guillermo Rey Méndez, quien justifica esta política en los bajos y "desactualizados" sueldos que han tenido históricamente los trabajadores de las Fuerzas Armadas.
"En general, no podían acceder a un crédito externo, pero la empresa les otorgó la posibilidad de tener su vivienda propia", añade antes de destacar que, poco a poco, esta problemática está empezando a cambiar.
Con él coincide el propio ministro de Defensa argentino, Julio Martínez, quien la pasada semana recorrió las obras finalizadas y, durante su visita, destacó el "esfuerzo" que está haciendo el Gobierno de Mauricio Macri desde su llegada al poder en diciembre de 2015 para "ir jerarquizando a las Fuerzas y subiendo los salarios". En ese sentido, insistió en que, a partir de ahora, el personal va a tener una "mayor posibilidad" de acceder a este tipo de construcciones.
La última y la más grande de ellas está ubicada en el barrio porteño de clase media de Caballito y está conformada por tres torres de monoambientes y apartamentos de una a tres habitaciones que ocupan entre 40 y 90 metros cuadrados.
Tres años de trabajos
El proyecto arrancó hace tres años y, según Rey Méndez, sufrió los "embates" de la economía de la pasada administración, que, entre otras cosas, publicaba cifras de inflación que "no eran reales", lo que provocó que la constructora tuviera que hacer frente a costes "muy elevados". Pese a ello, logró salir adelante y ya hay 15 personas viviendo allí.
La política de Coviara para este tipo de edificios es financiarlos con los propios recursos de los futuros propietarios por lo que, cuando arrancan las obras, estos pagan un 20% del valor del inmueble y luego van abonando un porcentaje de acuerdo a sus posibilidades económicas hasta que firman las escrituras y se les entrega la vivienda, que es cuando deben presentar el 100% del precio.
En la actualidad, la empresa pública cuenta con tres unidades de negocio: estos apartamentos particulares, las obras para la defensa (como la remodelación de hospitales o fabricaciones militares) y las llamadas viviendas fiscales o de servicio (que se construyen cerca de cuarteles o bases aéreas).
La primera de ellas la pone en marcha Coviara y es la que le da mayor sustento a la entidad, mientras que las otras dos las ordena el Ministerio de Defensa, que las financia con su presupuesto.