Con su participación en el desfile militar del Día de la Independencia de México, se dan de baja los aviones de caza Northrop F-5E/F Tiger II después de cumplir 34 años de servicio ininterrumpido en la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
Su costo, en 1982, ascendió a diez millones de dólares cada uno. En ese entonces, entre el sexenio presidencial de José López Portillo y el de Miguel de la Madrid, se compraron a la firma norteamericana Northrop diez F-5E (monoplaza) y dos F-5F (biplaza) que conformaron el Escuadrón Aéreo de Defensa 401.
La flota de F-5E/F que ahora se despide conformó la unidad de combate de la FAM, es decir, representó el poder militar aéreo que ahora queda vacante. Los tigres, como también se les conoce, operan el cañón revolver M39 cuyas municiones son de 20 mm y alcanza un poder de fuego de más de 280 disparos por minuto. La aeronave puede ser dotada de lanzacohetes y de dos misiles de corto alcance aire-aire AIM-9 Sidewinder para combate aire-aire.
A pesar de la despedida, los tigres no son los protagonistas del espectáculo en el cielo, los aviones de entrenamiento Grob G-120 y sus acrobacias prometen robar la atención del público en el Zócalo de la Ciudad de México. A lado de ellos volarán los Beechcraft T-6C Texan II de reciente adquisición.
De acuerdo con los reportes de la prensa nacional, en el último ensayo antes de la efeméride se contó con la participación de 23.471 elementos entre el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía Federal.
El desfile cuenta con seis contingentes: establecimientos institucionales, industria militar, apoyo a la población civil, Policía Federal, sistema de justicia militar y caballería. Un total de 154 aviones, 448 vehículos terrestres y 23 embarcaciones conmemoran una de las fechas más importantes para la nación mexicana.
Foto: Presidencia de la República Mexicana