La última fragata F125, fabricada por el Arge F125, que incluye a las constructoras navales ThyssenKrupp Marine Systems y Lürssen, debe volver al astillero. La autoridad alemana de adquisiciones militares BAAINBw (agencia federal de equipamiento, tecnologías de la información y apoyo en servicio de la Bundeswehr) ha rechazado la entrega del buque por “las importantes deficiencias a bordo” detectadas, de acuerdo con un comunicado de la Armada alemana. La nave deberá ser sometida ahora a las mejoras y correcciones necesarias antes de que pueda ser definitivamente aceptada.
Se trata de la primera vez en la historia naval del país que la BAAINBw se niega a recibir un buque y lo devuelve a su fabricante. La nave, que se ha estado construyendo durante seis años, permanecerá en Hamburgo desde el 19 de enero para ser sometida a nuevos trabajos, de acuerdo con un portavoz de la autoridad de adquisiciones militares.
El Baden-Württemberg, como ha sido bautizado tanto el barco como la clase de cuatro fragatas gemelas encargadas por Alemania, fue sometido recientemente a pruebas en el Mar del Norte, frente a Noruega y Kiel. Tras los malos resultados, “el consorcio Arge F125 tiene la oportunidad de corregir los errores”, de acuerdo con la nota de la Armada, que especifica “que existen considerables defectos de software y hardware a bordo de la nueva fragata”. De ahí “la razón del regreso al astillero”.
La compañía alemana ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) ya botó en 2016 la fragata Sachsen-Anhalt, la tercera de la clase 125, compuesta por cuatro naves. Las dos unidades anteriores, la Baden-Württemberg, que ha sido devuelta, y la Nordrhein-Wesfalen, fueron lanzadas en diciembre de 2013 y abril de 2015, respectivamente.
El programa total de fragatas F125, con el que Alemania pretende sustituir a sus antiguas F122, está valorado en alrededor de 3.000 millones de euros, según la Armada del país.
ThyssenKrupp Marine Systems lidera el consorcio Arge F125 que en 2007 obtuvo el contrato de fabricación de los cuatro buques, en el que también participan los astilleros Lürssen Werft. Con ellos se sustituirán a las ocho fragatas de la clase 122 con las que cuenta la Marina Alemana.
De acuerdo con el fabricante, los F125 “están diseñados para la prevención de conflictos, la gestión de crisis y el desarrollo de operaciones intervención/estabilización en el ámbito internacional”. Se trata de buques concebidos para ser capaces de permanecer hasta dos años seguidos en el mar.
ThyssenKrupp Marine Systems es una de las seis grandes constructoras navales militares europeas. Las otras cinco son la británica BAE Systems, la francesa Naval Group, la italiana Fincantieri, la española Navantia y la neerlandesa Damen.