La compañía española Indra y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Chile han firmado un contrato para la renovación de los sistemas de aterrizaje por instrumentos (ILS) del aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez en Santiago. Estos nuevos equipos garantizan el aterrizaje seguro de las aeronaves en las peores condiciones climáticas y de visibilidad.
El acuerdo fue rubricado esta semana en el marco de la feria Fidae 2018 por el director general de la DGAC, general de aviación Victor Villalobos Collao, y por el director para Latinoamérica de Indra, Enrique Castillo.
El contrato permite al aeropuerto Arturo Merino Benítez, que tiene un tráfico de 20 millones de pasajeros al año, reforzar su categoría IIIB, la más alta clasificación para este tipo de infraestructuras a partir de unos criterios de operatividad y eficiencia tecnológica.
La firma española destaca que Chile es uno de sus principales clientes de tecnología de gestión de tráfico aéreo y subraya que todos los vuelos comerciales del país son controlados en alguna de sus etapas por la tecnología de la multinacional.
El sistema ILS es una tecnología que guía a la aeronave en la fase de aterrizaje, garantizando una aproximación y un descenso exacto hasta el contacto con tierra. Los nuevos equipos estarán operativos a finales de 2018.
Indra remarca que este desarrollo contribuirá "a operar con mayor seguridad en condiciones de baja visibilidad, climatología adversa y durante la noche, haciendo posible la gestión de un mayor tráfico de vuelos". El ILS además tiene la capacidad de actualizarse "para reducir el área de sensibilidad, lo que permitiría disminuir los tiempos del movimiento de las aeronaves en la pista".
Indra suministra otros equipos a los aeropuertos chilenos. Por ejemplo, provee dos centros de entrenamiento para controladores en Iquique y Puerto Montt y su tecnología ATM está presente en los aeropuertos de Antofagasta y Concepción, junto con su sistema de radar secundario (MSSR).