Defensa ultima el contrato de las fragatas F-110 por 4.326 millones

El Ministerio de Defensa está trabajando en los últimos detalles del contrato de las cinco fragatas F-110 para la Armada española, que serán construidas por Navantia en sus astilleros de Ferrol.

El líder del PSOE de Galicia, Gonzalo Caballero, afirmó este lunes después de una reunión en Madrid con la ministra de Defensa, Margarita Robles, que este proyecto se aprobará en las próximas semanas en el Consejo de Ministros.

Todo apunta a que el Gobierno autorizará el programa antes de final de año. En este sentido, fuentes del sector consultadas por Infodefensa.com aseguran que la luz verde a la construcción de los buques podría llegar en la última reunión ministerial de este 2018, fijada previsiblemente para el 28 de diciembre.

De acuerdo con los datos que la ministra trasladó al secretario general del PSOE gallego, el programa tendrá un presupuesto de 4.326 millones de euros y generará unos 7.000 puestos de trabajo durante casi una década.

La construcción cubrirá además el 40% de la contratación prevista por Navantia durante los próximos cinco años y se estima un aumento del PIB en la economía nacional de unos 600 millones de euros anuales. En paralelo, su efecto sobre la demanda agregada será de unos 1.500 millones de euros cada año.

Inicio de la construcción en 2020

El calendario actual recoge que, si la orden de ejecución se firma durante lo que queda de año, la PDR (Revisión Preliminar de Diseño) se realizaría en el último trimestre de 2019 y, seis meses después, comenzarían los trabajos de construcción de la F-111, continuando con el resto de buques de la serie con un lapso de un año. De acuerdo a estos plazos, la CDR (Revisión de Diseño Crítica) está prevista para finales de 2020 y será única para las cinco fragatas.

Las F-110 serán escoltas polivalentes, diseñados para escenarios de alta intensidad, con una importante capacidad de combate en todas las áreas principales, especialmente en los perfiles de protección de la fuerza y en el de proyección del poder naval, tanto en el ámbito conjunto como el combinado, frente a una amenaza convencional y asimétrica cada vez más compleja.

Las fragatas también serán versátiles para poder desempeñar sus cometidos relacionados con la seguridad marítima y apoyo a autoridades civiles en escenarios de baja intensidad.