(Infodefensa.com)
Pese al violento choque contra el petrolero Sola TS en noviembre de 2018, que le abrió una brecha de medio centenar de metros en el casco, la fragata noruega de la clase KNM Helge Ingstad podría haberse salvado si la tripulación hubiese seguido las pautas correctas antes de su evacuación. A esta conclusión ha llegado el informe que ha publicado esta semana la Agencia Noruega de Investigación de Seguridad (NSIA) sobre el hundimiento de este buque de la clase Fridtjof Nansen, construidos por Navantia en la primera década de este siglo, que se ha publicado esta semana.
Al igual que ya hicieron las autoridades noruegas en noviembre de 2019, el nuevo informe exime al astillero español de cualquier responsabilidad sobre lo ocurrido. Tras conocerse su contenido, Navantia ha emitido un comunicado en el que destaca que en ninguna de las 28 recomendaciones para mejorar la seguridad en la operación de buques del documento se cita a la compañía española. En su mayor parte se trata encomiendas dirigidas a la Real Marina Noruega y a la Agencia Noruega de Material de Defensa (NDMA).
Escotillas y otras aberturas, sin cerrar
Entre las conclusiones destaca la alusión a que el buque pudo haberse salvado, pese a la magnitud de los daños sufridos, si se hubieran seguido los procedimientos establecidos antes de su evacuación. En concreto, la investigación determina que “el hundimiento de la fragata se podía haber evitado si se hubiera cerrado antes de su evacuación”. El informe apunta explícitamente a que “puertas, escotillas y otras aberturas de la fragata que debían estar cerradas para mantener la estabilidad y la flotabilidad no se cerraron en el momento de la evacuación. Como resultado, la estanqueidad y flotabilidad no se mantuvieron adecuadamente y el buque acabó hundiéndose”, señala.
El trabajo de la NSIA analiza la secuencia de eventos ocurridos tras la colisión y los factores que contribuyeron a que la fragata encallase y, finalmente, se hundiera, lo que la hizo irrecuperable para el servicio, a pesar de que fue reflotada unos meses después del siniestro. Un primer informe, el anteriormente citado de noviembre de 2019, ya analizó las circunstancias que llevaron a la colisión. Aquel trabajo, elaborado por la Comisión de Investigación de Accidentes de Noruega (AIBN, por sus siglas en inglés), concluyó tras varios meses de deliberación que la colisión y el posterior hundimiento del buque se debieron a factores organizativos, operativos, técnicos y sistémicos, y ya eximió de culpabilidad a la constructora naval española.
Entre sus conclusiones, el nuevo informe de la NSIA determina que el paso de agua a través de la línea de ejes “no fue un factor decisivo para causar el hundimiento”. Se trata de una circunstancia que fue mencionada por los investigadores en un informe preliminar publicado pocas semanas después del accidente.
Colaboración de Navantia con el país
Durante la investigación, “Navantia ha mantenido una sólida relación de colaboración con la NSIA y ha contribuido con datos, documentación y resultados de análisis”, de acuerdo con la nota de la empresa. “Como diseñador y constructor reconocido internacionalmente, Navantia tiene como primera prioridad la seguridad de sus buques y de las tripulaciones que los operan en todo el mundo. Por lo tanto, ve la investigación y la colaboración con la NSIA como una oportunidad en su apuesta por la mejora permanente de sus diseños”.
“Navantia tiene además una relación cordial con la Real Marina Noruega”, añade la fuente. KNM Helge Ingstad fue la cuarta de cinco fragatas construidas por la firma española para la Real Marina Noruega entre 2006 y 2011.