El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha propuesto la creación de un cuerpo de agentes de fronteras continental y permanente. “En la UE debemos establecer una guardia de fronteras digna de tal nombre y que sea auténtica y eficaz”, ha explicado en el que será su último discurso del Estado de la Unión Europea (UE), pronunciado este miércoles.
“Para 2020 quiero que exista un cuerpo permanente de 10 000 agentes listos para apoyar a los más de 100 000 guardias fronterizos nacionales en su ardua tarea”, ha concretado Juncker. En su intervención no ha olvidado que para implementar este plan “también debemos abordar la cuestión de los equipos”. El presidente de la Comisión ha apuntado directamente sobre este punto: “Necesitamos más aviones, más buques, más vehículos”.
Europa debe ser capaz de gestionar eficazmente sus fronteras exteriores, mejorar los retornos y ofrecer un alto nivel de seguridad dentro de la Unión, ha indicado el mandatario en su discurso. “De ahí que la Comisión proponga hoy dotar a la Guardia Europea de Fronteras y Costas de la capacidad operativa y las competencias necesarias para apoyar eficazmente a los Estados miembros sobre el terreno”.
Se trata de un nuevo cuerpo permanente de 10 000 miembros operativos, dotado de competencias ejecutivas y con equipos propios, para garantizar “que la UE tenga las capacidades necesarias para intervenir cuando quiera y donde quiera que sea necesario, tanto a lo largo de las fronteras exteriores de la UE como en terceros países”. El nuevo cuerpo tendrá un mandato más firme en materia de retorno y cooperará estrechamente con la nueva Agencia de Asilo de la UE.
El cuerpo permanente supone para la Comisión Europea un cambio radical, ya que contribuirá a garantizar que la UE en su conjunto cuente con los medios necesarios para proteger sus fronteras comunes, responder ante futuros desafíos y mantener la viabilidad a largo plazo del espacio de libre circulación de Schengen.
En 2016, la creación de la Guardia Europea de Fronteras y Costas —a propuesta de la Comisión y en tiempo récord— modificó sustancialmente la capacidad de la UE de proteger colectivamente sus fronteras exteriores, informa la Comisión. Sin embargo, continúa la fuente, la dependencia de las contribuciones voluntarias de los Estados miembros en cuanto a personal y equipos ha dado lugar a una serie de lagunas persistentes que afectan a la eficacia de las operaciones conjuntas. El nuevo cuerpo permanente, compuesto por 10 000 miembros operativos, dotado de competencias ejecutivas y con equipos propios, garantizará que la UE cuente con las capacidades necesarias de forma permanente y fiable.
La Agencia de la Guardia Europea de Fronteras y Costas comprará sus propios equipos (buques, aviones y vehículos), que estarán disponibles para su despliegue en todo momento y todas las operaciones necesarias. De momento la Comisión ha destinado 2 200 millones de euros con cargo al presupuesto 2021-2027 para que la agencia no solo pueda comprar, sino también mantener y explotar los activos aéreos, marítimos y terrestres necesarios para sus operaciones.
El coste total de la creación del cuerpo permanente, la adquisición del equipo propio de la agencia y la realización de las tareas actuales y futuras asciende a 1 300 millones de euros para el periodo 2019-2020. Para el periodo 2021-2027 serán necesarios en total 11 300 millones de euros para financiar todas las nuevas tareas y funciones de la agencia. Además, las administraciones de los Estados miembros podrán recibir ayuda con cargo a los 9 300 millones de euros del Fondo de Gestión Integrada de las Fronteras propuesto por la Comisión para el próximo periodo presupuestario 2021-2027
El cuerpo permanente reunirá al personal de la agencia, a los agentes de la guardia de fronteras y a expertos en retorno en comisión de servicios o desplegados por los Estados miembros. De aquí a 2020, el cuerpo estará plenamente operativo y contará con 10 000 miembros listos para actuar. Poco a poco, el personal nacional desplegado a corto plazo irá disminuyendo y le sustituirá personal estatutario de la agencia y en comisión de servicios desde los Estados miembros para periodos más largos, lo que garantizará que la sgencia pueda funcionar del modo previsible y flexible que se necesita.
Para desempeñar un papel operativo útil, el personal del cuerpo permanente podrá llevar a cabo tareas de control fronterizo y retorno, incluidas aquellas que requieran competencias ejecutivas. Bajo la autoridad y el control del Estado miembro de acogida, en las fronteras exteriores el personal podrá comprobar la identidad, autorizar o denegar la entrada en los pasos fronterizos, estampar los documentos de viaje, patrullar las fronteras e interceptar a las personas que las hayan cruzado de manera irregular. El personal también podrá ayudar a aplicar los procedimientos de retorno, en particular, preparando las decisiones o acompañando a los nacionales de terceros países sujetos a la obligación de retorno.
En concreto, está previsto que en 2020 el nuevo cuerpo cuente entre sus filas con 7.000 efectivos procedentes de los Estados miembros desplegados a corto plazo, 1.500 con el mismo origen pero destacados a largo plazo y otros 1.500 como personal de la agencia. En 2027 el reparto previsto contempla 4.000 efectivos de los Estados miembros desplegados a corto plazo, 3.000 también de los Estados miembros, pero destacados a largo plazo, y 3.000 de la agencia.