La Comisión Europea (CE) quiere aumentar en 2.500 millones de euros el Fondo Europeo de Defensa para el siguiente periodo presupuestario. La CE ha presentado su propuesta para el presupuesto que regirá en la Unión Europea (UE) entre 2021 y 2027 y en ella contempla una dotación de 13.000 millones de euros a este fondo puesto en marcha a mediados del año pasado. Desglosado por ejercicios, su planteamiento contempla una inyección anual de 1.500 millones entre 2021 y 2023, 1.600 millones en 2024, 1.900 millones en 2025, 2.200 millones en 2026 y acabar el periodo con 2.800 millones en 2027.
El fondo, cuya creación responde a una iniciativa de la CE oficializada a finales de 2016, busca la creación de sinergias en la defensa de los estados miembros para “reforzar la seguridad de los ciudadanos europeos y fomentar una base industrial competitiva e innovadora”, de acuerdo con Jean-Claude Juncker, el presidente de esta institución europea.
El ente europeo calcula que en torno al 80 por ciento de las adquisiciones de defensa que realizan los miembros de la UE se ejecutan sobre una base puramente nacional, lo que da lugar a una duplicación de las capacidades militares en el continente. Según sus cálculos, la falta de una cooperación entre los Estados miembros en materia de defensa y seguridad conlleva un sobrecoste estimado de entre 25.000 millones y 100.000 millones de euros al año. Esa pérdida de dinero se debe a la generación de ineficiencias, la falta de competencia y la falta de economías de escala para la industria y la producción.
El Fondo Europeo de Defensa ha sido configurado con dos apartados distintos, a los que se les denomina ‘ventanas’. Por un lado cuenta con la llamada ‘ventana de capacidades’, que sirve como herramienta financiera para que los Estados miembros participantes puedan desarrollar y adquirir juntos determinados activos y reducir así sus costes. La idea original pasaba por llegar a movilizar en torno a 5.000 millones de euros al año en este apartado.
La otra sección es la llamada ‘ventana de investigación’, pergeñada para financiar el avance en tecnologías de defensa innovadoras como la electrónica, los metamateriales, el software encriptado o la robótica, por ejemplo. La Comisión planteó en su momento dotar a este apartado de 500 millones anuales después de 2020.
Posteriormente planteó una dotación de 7.000 millones de euros en total para la ‘ventana de capacidades’ y mantuvo la propuesta de 3.500 millones (500 millones al año) en la ‘ventana de investigación’, de acuerdo con fuentes de la industria militar.
La propuesta presentada ahora (el 2 de mayo) por la Comisión Europea para ese próximo periodo presupuestario de la UE contempla finalmente 4.100 millones de euros en el apartado de investigación (600 millones más) y 8.900 millones para el de capacidades (1.900 millones más).
En palabras de Juncker, con esta propuesta de presupuestos de la CE, “estamos formulando un plan pragmático para hacer más con menos. Las buenas perspectivas económicas nos dan un cierto margen de maniobra”. De acuerdo con el presidente de la CE, “la pelota está ahora en el tejado del Parlamento y del Consejo. Creo que es muy importante que procuremos alcanzar un acuerdo antes de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo año”.
El presupuesto total en seguridad y defensa propuesto por la CE (incluye también, además de las partidas para la seguridad, las destinadas a movilidad militar y las previstas para la respuesta a crisis) contempla pasar de un gasto de 3.347 millones de euros en 2021 hasta alcanzar los 5.039 millones en 2027. En total supone algo más de 27.500 millones para todo el periodo.