Ni en los escenarios más imaginativos utilizados en el planeamiento de las actividades a realizar por la Oficina de Apoyo Exterior (Oficaex) durante este año se había planteado una situación como la que estamos viviendo. Con la orden expresa de quedarse en casa, la sociedad española asiste atónita a unos acontecimientos de los que sin duda alguna, en el futuro hablarán los libros de historia. El mundo súper-conectado, el mundo de la globalización, se enfrenta a una situación difícil de creer. Tenemos por delante un tiempo de grandes esfuerzos y trabajo en equipo. Una oportunidad para constatar la fortaleza de una sociedad que va a ser capaz de superar el reto que la Historia le tenía reservado. Desde la Oficaex de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), estamos convencidos de que va a ser así y nos estamos preparando para poder afrontar esos retos de la manera más eficaz.
La crisis motivada por el Covid-19 ha provocado un impacto claro en nuestra actividad, por influir directamente en los tres vectores en los que se basa la misma: el mundo internacional, otros organismos de la Administración del Estado y por supuesto la industria del sector defensa. Impacto que supone ralentización, pero que no va a impedir que regresemos con más fuerza; que sigamos apoyando a la industria de defensa española y colaborando en su labor de internacionalización, mediante acciones de apoyo institucional. Acciones en todos los frentes, en todos los escenarios, y con el mismo ímpetu y creatividad con el que queremos que siempre se nos identifique.
Con una dilatada experiencia en el cumplimiento de sus cometidos, la Oficaex empezaba 2020 con una agenda ilusionante llena de proyectos que se traducían en diferentes actividades, siempre con un componente internacional en las que orgullosamente buscábamos mostrar las capacidades tecnológicas de nuestro sector industrial.
Aprovechándonos de nuestra condición de único interlocutor en la gestión de las acciones de apoyo institucional a vuestras empresas en la búsqueda de mercado exterior, hemos podido conocer vuestras necesidades, inquietudes y capacidades en esos escenarios. Esto ha contribuido a generar un sentimiento de profunda admiración y orgullo al comprobar los niveles de excelencia de la industria española. Una industria moderna, tecnológicamente muy desarrollada, comprometida y que nos transmite una confianza que nos invita a presumir de ella en nuestras relaciones con las autoridades extranjeras responsables del ámbito del armamento y material, tanto en países amigos como en organizaciones internacionales.
Con la experiencia acumulada y tras un esfuerzo en el diseño y mejora de los procedimientos de trabajo, tenemos la sensación de que la labor de la Oficaex avanza a buen ritmo. Dentro de los límites que establecen nuestras capacidades, intentamos dar respuesta adecuada a todas las solicitudes de apoyo, a la vez que identificamos nuevas oportunidades de expansión; todo ello apoyado en una continua, cuidada y cercana relación con todos nuestros interlocutores a nivel industrial e institucional.
Y así estábamos cuando nos ha sorprendido la crisis. La adaptación a la nueva situación exige una disminución de las acciones; nos da un tiempo para reflexionar y nos permite un cambio de enfoque, de manera que podamos reanudar el trabajo, con más fuerza y eficacia si cabe, a la vuelta.
La Oficaex cuenta con un equipo cohesionado y que comparte una visión clara de lo que quiere ofrecer a la industria. La situación actual nos obliga a reprogramar las actividades previstas y a continuar con los contactos a nivel institucional. Hemos de estar preparados para retomar con fuerza nuestra actividad tan pronto pase esta crisis y en ello estamos trabajando.
Queremos reforzar aquellas actividades que han resultado exitosas, continuar con nuestras jornadas industriales en cualquier escenario interno o externo, asistir a ferias y eventos repartidos por los cinco continentes y, por supuesto, participar del esfuerzo por contribuir al éxito de la segunda edición de Feindef. Mención especial merecen las oportunidades que ofrece la Europa de la Defensa, donde pretendemos continuar apoyando de manera clara y decidida todas las actividades que beneficien y refuercen las iniciativas presentadas, convencidos de nuestra capacidad de liderazgo. Para todo, ello mantendremos un contacto estrecho, tanto con las autoridades extranjeras como con vosotros, para aumentar esa confianza mutua que creemos no deja de aumentar entre todos los actores que participamos en este proyecto.
Nos gustaría sumar cada día más industrias a esta iniciativa, por lo que continuamos con la búsqueda de nuevas fórmulas de comunicación más fluida y directa con las empresas del sector, de manera que nos permita responder con la máxima eficiencia y extender nuestra labor de apoyo institucional a todo el tejido industrial.
Tal y como hemos dicho, empezamos el año con una agenda llena de proyectos. Un calendario sembrado de actividades bilaterales que nos iban a permitir consolidar las relaciones con los países con los que compartimos intereses, siempre acompañando y acompañados de nuestras empresas en la búsqueda de nuevas oportunidades; y así la retomaremos tan pronto lo permita la situación.
Afortunadamente somos un organismo que goza de un espíritu joven. Esto nos invita a huir del pesimismo ante una situación como la que estamos viviendo. Ante un futuro que se presenta lleno de exigencias, el trabajo bien hecho y la seguridad de que el mismo redunda en beneficio de todos los españoles han de ser la garantía de nuestro optimismo. Nada podrá ensombrecernos si sabemos que trabajamos por un futuro mejor.