La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha expresado a través de un comunicado su profundo descontento tras el plan anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para invertir 10.471 millones de euros en Defensa hasta alcanzar el 2% del PIB este mismo año. Desde la asociación critican que el plan no aborda las históricas demandas de los militares en materia de retribuciones y carrera profesional.
Reivindicaciones salariales: 1.100 millones más
El presidente Sánchez detalló que el 35% de la inversión total se destinará a mejorar las condiciones laborales de las Fuerzas Armadas, incluyendo la ampliación de efectivos, la mejora del equipamiento y una mayor formación. Sin embargo, ATME considera que estas medidas no satisfacen las necesidades reales de los militares, especialmente en lo que respecta a las retribuciones.
La asociación señala que, tras descontar los 368 millones de euros recientemente aprobados para aumentos salariales, aún se requiere una inversión adicional de 1.108 millones de euros anuales para garantizar que los militares y sus familias puedan llegar a fin de mes sin dificultades.
Reclamaciones pendientes
Además de las cuestiones salariales, ATME insiste en la necesidad de establecer un modelo de carrera profesional atractivo que elimine la temporalidad y ofrezca estabilidad a los militares. También demanda el reconocimiento de la profesión militar como una actividad de riesgo y la urgente actualización de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes.
La asociación considera que el Gobierno y el Ministerio de Defensa, encabezado por Margarita Robles, están ignorando estas reivindicaciones fundamentales, a pesar de contar con los recursos necesarios para abordarlas.
Concentración el 26 de abril
Ante esta situación, ATME ha convocado una concentración el próximo 26 de abril a las 12:00 horas frente al Ministerio de Defensa. La asociación hace un llamado a todos los militares para que participen en esta protesta y aprovechen este momento histórico para exigir mejoras reales en sus condiciones laborales y profesionales.
"Si los militares no son capaces de aprovechar este momento, cuando hay dinero disponible, para mejorar sus condiciones profesionales y retributivas, quizás ya nunca lo puedan hacer", advierte ATME en su comunicado.
El plan anunciado por el presidente Sánchez busca cumplir con el compromiso adquirido con la OTAN de destinar el 2% del PIB a inversión en defensa. Este incremento se financiará mediante fondos europeos Next Generation, ahorro presupuestario y partidas no utilizadas de 2023, sin aumentar el déficit ni recortar el gasto social.
El plan se divide en cinco áreas: mejora de condiciones y equipamiento de las Fuerzas Armadas, ciberseguridad, compra de equipos, gestión de emergencias y seguridad de tropas en el exterior. El Gobierno prevé que toda la inversión se ejecute antes de fin de año, y pese a algunas discrepancias con Sumar, hay consenso general.
Sánchez ha defendido que el aumento del gasto en defensa no se someterá a votación en el Congreso, ya que, según la Constitución y la Ley General Presupuestaria, este tipo de decisiones son competencia del Ejecutivo y no requieren aprobación legislativa. Aunque no habrá votación parlamentaria, Sánchez confirmó que comparecerá en la Cámara Baja para explicar los detalles del plan a principios de mayo.
En este contexto, la protesta convocada por ATME busca visibilizar las demandas de los militares y presionar al Gobierno para que incluya en su plan de inversión en defensa medidas concretas que mejoren las condiciones retributivas y profesionales de las Fuerzas Armadas.